domingo, 24 de febrero de 2019

Proyectiles de fogueo acariciando las mentes tiernas de la infancia… (Febrero 2019)


La sangre brota en las aceras y los jóvenes desempleados vagabundos, recorren los mundos de alcohol, drogas y enfermedades mentales. Al amanecer pernoctan en los tenebres rincones huyendo de la luz del sol. Si quieres verlos ya es demasiado tarde, muchos cogen el próximo tren hacia el sur para asistir a las fiestas de la playa…Son eternas estrellas, viajeros nómadas, al azar de su destino en las tabernas del infierno y sanatorios de  carretera… mientras intentan olvidar a sus desmembradas familias tras las guerras y las crisis sociales… Muestran su descontento con la sociedad e imitan el salvajismo de sus padres y hermanos mayores, peleando con navajas y puños por cigarrillos y cervezas y por mantener entre el dominio público, lo que ellos creen, dignidad y respeto.

Barrios desérticos, callejuelas oscuras de adoquines brillantes de las lluvias de anoche. Tribus urbanas de adolescentes nacidos con los odios y las violencias de la guerra. Las chicas lucen las primeras minifaldas y bailan Rock & Roll en un antro-bar-garaje. Rebeldes de los años sesenta, las bandas quieren hacer saber que son los más duros y toman anfetas y speed (la coca de los pobres) para evadirse del escabroso escenario que en la fatalidad les ha tocado actuar…
Asimismo por las calles bombardeadas, juegan los niños y niñas. Entre escombros de metralla y ruinas arquitectónicas  que ya forman parte del paisaje cotidiano. Lo único que han conocido sus cortas vidas…
Los desiguales niveles de clase van caminando, juntos, por las calles de las ciudades, por un lado marchan los ejecutivos del poder financiero y por el otro, hombres con menor fortuna en el juego de la existencia, llevando con esfuerzo y sudor, sus equipajes sobre los hombros…
Me pregunto quién habrá repartido las cartas, y quién habrá hecho trampas en este gran juego diabólico…
Es el nacer de una especie ruin, vengativa y destructiva que nada le parece bastante para llenar sus arcas, ni como lograrlo…Son asesinos sociales que con sus leyes y actos ultrajan a las clases más humildes y vulnerables y les despojan y lapidan sus ideales, su economía y ya mayores y enfermos les dejan agonizar en cualquier paraje aislado del inframundo…












martes, 5 de febrero de 2019

Momentos desnortados...


 La gente pasea a sus mascotas, el chico de barrio lleva a su hurón en el bolsillo y a un pequeño pájaro tropical sobre la tela de fieltro del sombrero clásico de Fedora…En el parque cercano a casa, hombres jubilados de china tienen colgadas de las ramas de un árbol frondoso, jaulas con pájaros cantores Huamei (cejas pintadas) Cada día los pasean y llegan hasta aquí bajo la fresca sombra del ramaje,  para jugar a cartas, hablar, reir y leer el periódico…Hoy hay manifestación de pensionistas enfadados con el gobierno.

Los empleados trajeados del metro, ayudan empujando a las personas para que entren en los vagones, resulta muy difícil en las horas punta…un grupito de chicas sonríen, coloradas.
Allá en la plaza, duermen los indigentes, junto a la fuente de los tres caños. Algunos con resaca se levantan con mal humor y dolor de cabeza…los turistas cruzan miradas, pero no dicen nada. Unos saltimbanquis se ganan unos euros dando saltos cirquences, y Samuel con el acordeón los acompaña…En el pequeño local “sureños desnortados” estos días se pueden ver exposiciones de fotografía de Robert Frank y Ed Van Der Elsken con columnas de poemas de Jack Kerouac y amenizado con música de Charlie Parker (Bird) Miles Davis, Dizzy Gillespie  y Charles Mingus…En el café “Libertad”, alterna la bohemia con los angeles del infierno, los Beatniks y vendedores de humo, doctores inventores de elixires, mujeres barbudas y enanos trapecistas…