Inviernos de nieves pero sin bienes. Eran años de colegios de curas, (unos clementes, otros cabrones) claustros y fuentes talladas de aguas frescas, y religiones impuestas, castigos y represiones, pupitres, mapas geográficos, francés y latín, meriendas de pan con chocolate, pañuelos llenos de mocos y narices rojas, irritadas de frío y constipados…eran días de hambre, de tebeos, bocas agrietadas de succionar mitades de naranjas…patios de tierra, juegos de pelota y vistas de horizontes en la lejanía ¿Dónde sino están siempre los horizontes?...eran los comienzos de nuestras vidas…
15 Marzo 2010
Infancia.... que hermoso!!! ...Hay montones de cosas que hice...montones que quisiera volver a hacer.
ResponderEliminarUn besito.
zayi: Nuestro pasado queramos o no, siempre nos persigue ¿cierto? a veces en forma de añoranza o simplemente como recuerdo e identidad de nuestro andar por el mundo...Besitos y abrazos de peluche
ResponderEliminarVivencias representadas en una prosa poética gustosa de leer porque lo escenificas perfectamente.
ResponderEliminarCon cariño, esencia.
Esencia: La infancia siempre debería de ser fácil de recrear...pero lastimosamente para muchos es dura, y prefieren olvidar...Abrazos infantiles para ti
ResponderEliminarY la mayoría de la veces no podíamos beber en la fuentes que estaban en el patio porque podían tener sanguijuelas, así que fíjate después de estar corriendo y jugando...
ResponderEliminarUn abrazo muy grande
Los niños no necesitan bienes tienen imaginación que los hace construir cohetes para viajar a la luna…espero esa fuente no se merme de tanta tecnología que prolifera…ahora es difícil imponer los niños son más osados y a todo preguntan el por qué?...una hermosa evocación de la niñez …los horizontes es cierto son marcados en la niñez y seguimos tratando de alcanzarlos …besos y como dices tu un abrazo de niña para ti
ResponderEliminarLola: Ya no nos dejan jugar...pero correr, seguimos corriendo...pero estresados en esta época tan competitiva...Las sanguijuelas siguen ahí...chupando nuestra sangre.
ResponderEliminarAbrazos sedientos
Xiomara Beatriz: Quizá con la carencia la ilusión y la imaginación eran mayores...ahora los niños tienen de todo (hablo de los afortunados) y pierden interés por las cosas...un término medio sería lo ideal, más parece que el ser humano no lo tiene...los padres nos dejamos convencer por los medios de comunicación y el gran mercado de consumo y así consiguen (los señores publicistas y el mal capitalista) que compremos todos sus productos, como en una sesión de hipnósis...y en cambio los valores humanos no los sabemos trasmitir correctamente...malos tiempos para la lírica...niña te doy mis abrazos, si me dejas saltar a la comba...
ResponderEliminarTuve la suerte de haber gozado de mi infancia. Fuí felíz , mucho.
ResponderEliminarRecuerdo mi asombro el primer día de clases , todo era inmenso para mí, desde el aula , las butacas, el patio donde jugábamos ... todo.
Ya mayor , volví a visitar mi escuelita , te confieso que me emocioné mucho, no digo con esto que me gustaría volver el tiempo atrás, xq nada más lejos de mi pensamiento , pero sí que es una de las etapas más lindas de mi vida, y eso estimado amigo , no es poco.
Me encantó tu post, me llevaste a tiempos muy queridos, grxs por ello.
Besos desde el Sur.
REM
Rembrandt: A medida que voy siendo más mayor (en edad) recuerdo más cercana la infancia, y este es el motivo por el que últimamente escriba bastante sobre el tema...como me dijo mi amiga Wendy: "tú siempre serás Peter para mi..." mientras la luz en polvo brillaba a su alrededor...Abrazos amiga, de fantasía (cuando nos dejen)
ResponderEliminarAy!!! Infancia, que no siempre es tan buena para todos como hoy lo es, pero lo que está claro es que de momentos dificiles se hace el presente que hoy se esta viviendo, mirese como se miere y la fuerza interior te hace seguir crecien aún ahora...hay cosa que no se olvidan jamaás.
ResponderEliminarUn beso de azúcar para ti, para endulzae lo que nos queda de semana.
¿Será posible, que cada libro sea un horizonte, un mas allá?
ResponderEliminarsaludos!
Ya sabes Kim lo que a mi me gusta recordar el pasado. Y la infancia más todavía. Y tus palabras me hacen recordar esos años de patio de colegio, esas batas rayadas, esas rodillas casi siempre negras, y esos polos de naranja o limón de una peseta. Todos esos recuerdos los tengo muy presentes, y me pongo meláncolico constantemente, ya lo sabes...
ResponderEliminarLo que ha dado de si una nevada...
Una abraçada
La Gata Coqueta: Cierto amiga felina, hay niños a los que no les dejan vivir su infancia, niños jornaleros, niños vagabundos... etapa significativa que condiciona la base de nuestra trayectoria en esta tierra tan dura y hostil...y seguimos evolución...más ¿hacia donde? me pregunto...Abrazos y ronroneos
ResponderEliminarArabia: Seguro amiga, cada persona es una novela de misterio con un terminal por resolver...y los horizontes solo los vemos (visión óptica) y el más allá lo percibimos pero sin certeza (introspección).
ResponderEliminarAbrazos de lazos humanos...
Fandestéphane: Si nos pusiéramos a hablar de la infancia de verdad ¿cuántas páginas pasaríamos de este gran tomo de la memoria? Hojas de letras gastadas por el tiempo y las lluvias, quemadas por el sol y el calor (y sí, también las nevadas) que ya casi no se distinguen y cuesta adivinar sus dibujos y grafías…toda una lección de arqueología de la historia de cada cual…
ResponderEliminarUna abraçada i força salud…
Son épocas que no vuelven jamás… y se nos quedan profundamente en la memoria.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Saludos.
El texto tiene una visibilidad extraordinaria, esos labios ácidos y agrietados por las naranjas... He podido verlos sin ningún esfuerzo y recordado que a mí también me daban mitades de naranja para que las mordiera. Seré más vieja de lo que pienso :-)
ResponderEliminarMagnífico. Un saludo cordial.
salvadorpliego: Épocas que no retrocederán, pero al desenterrarlas parece que las tenemos cercanas...al alcance de nuestra percepción, las memoramos cuando nos sentimos más nostálgicos...siempre subsiste la estela de lo vivido...
ResponderEliminarUn abrazo, amigo...
Ana Márquez: Ya sabes amiga, que la edad cronológica la concibió el hombre para etiquetar unos simples datos de control...lo verdaderamente primordial es nuestro estado psicológico, físico y orgánico…así tomamos grata conciencia de la infancia en la madurez de la vida…Abrazos cariñosos de celofán...
ResponderEliminarLa Gata Coqueta: Gracias por tu colorida poesía. Innegable que ya llega la estación que correspondiera ser la más equilibrada de las cuatro, a la que quizá más se le escriba y homenajea por el clima templado y ser antecedente de un estío contiguo...Abrazos en la mejilla y un besito en la nariz...
ResponderEliminarLa verdad es que me gustaria tener mas recuerdos de mi infancia, pero me doy cuenta de que no tengo demasiada memória.Pero hay momentos que son inolvidables para mi.Son pequeños detalles que no se borran.Recuerdo momentos con mi abuelo materno en el pueblo, pues al paterno no le conocí,sus palabras y sus cariños, me queria mucho y yo a el,me contaba sus historias y yo las escuchaba con entusiasmo.Tambien mis primeros juguetes y mis primeros dias en el cole.
ResponderEliminarLa proteccion de mis padres al venir a vivir a Barcelona,recuerdo que ibamos como pollitos siempre pegados a los dos.
¡Vaya ,creí que no recordaba tantas cosas!, pero al empezar a escribir se me vienen infinidad de cosas a la cabeza, y la mayoria recuerdos muy "BONITOS".Gracias por haberme refrescado la memoria.Ojalá todos los niños
pudieran ser eso "niños".
Un beso entrañable para ti.
La verdad es que me gustaria tener más recuerdos de mi infancia, pero me doy cuenta de que no tengo demasiada memoria.Pero hay cosas que son inolvidables . Son pequeños detalles,pero con mucho valor para mi.
ResponderEliminarRecuerdo momentos con mi abuelo materno en el pueblo,pues al paterno no le conocí,sus palabras y sus cariños me queria mucho y yo a el,me contaba sus historias y yo las escuchaba con entusiasmo,tambien mis primeros juguetes,mis primeros dias en el cole, la protección de mis padres al venir a Barcelona,recuerdo que ibamos como pollitos los tres siempre pegados a los dos.
¡Vaya creí que no recordaba tantas cosas!,pero al empezar a escribir se me bienen infinidad de cosas a la cabeza y la mayoria "BONITAS".Gracias por haberme refrescado la memoria.Ojalá todos los niños pudieran ser eso,"niños".
Un beso entrañable para ti.
Nanda: Es curioso que no tengamos conciencia de los recuerdos tan lejanos, hasta que hacemos hincapié en ellos, y entonces fluyen como aguas de ríos trucheros color miel, deslizándose entre guijarros y pequeñas cascadas…mansos y juguetones cual abejas libando el néctar de las flores…Campanilla, abrazos de Pan…nos vemos el lunes (qué mal suena) en el País de nunca jamás…
ResponderEliminarNo te quejaras de mis comentarios? te los mando de dos en dos jajaja....
ResponderEliminarBesos.
Nanda: Eso te iba a decir, me gustan tus comentarios pero...no hace falta que me mandes dos...ahora bien: en la segunda lectura he comprendido más los pequeños detalles,esos que se habían escapado en la primera...habrá que tomar nota ¡ja,ja,ja!...Un "bis" de abrazos...Un "bis" de abrazos...
ResponderEliminarAllá donde vamos viene con nosotros nuestra infancia, y aquellos atardeceres mirando el horizonte.
ResponderEliminarLa infancia es una isla de oro, y todo en ella siempre nos parece mejor que todo lo presente. No teníamos cosas, pero teníamos toda la vida por delante. Una vida que se nos antoja eterna. A los niños de hoy, también les ocurrirá lo mismo. Porque también sienten la vida como eterna. Sin principio ni fin.
Qué ganas tenía de sentir el gusto de leerte.
Un abrazo dorado. Por nuestra infancia eterna.
tecla: Lo más honesto de la infancia, es la ilusión y la imaginación...con ello se vive. No tener materiales en esa época era productivo, pues tenías que crear "tus propios juguetes" y con cualquier cosa inventabas castillos en el aire...y es cierto, que el no sentir el tiempo en los huesos debe de ser extraordinario...algo así como ser inmortal...lástima que la niñez tiene fecha de caducidad...Abrazos amiga mía, de esos que se dan con las mejillas sonrosadas de timidez...
ResponderEliminarAyyy qué bonito!! me hiciste recordar mi época escolar, con mi uniforme (según yo, iba impecable siempre) jejee!!...el colegio de monjas, los regaños por pintarme la boca, por mascar chicle en la clase, las risas, los chistes en el recreo, los malos entendidos que solían aparecer entre las amigas, las miradas tímidas con los chicos...y muchas cosas más!! lástima que la infancia corre velozmente pero quedan los recuerdos y esos nadie nos los quita. Abrazos mexicanos para tí amigo.
ResponderEliminarLinda L. Torres: Cómo pasa el tiempo, eh?... La infancia es el comienzo de la vida y he llegado a la conclusión, de que todos los principios son imperecederos en la memoria, por novedosos y experimentales...aprender de la nada es fabuloso y algo tan sencillo e inocente como la niñez (a veces los niños también son crueles por instinto) bien vale la pena su recuerdo...Mestizo tus abrazos mexicanos, con los míos de Barcelona capital...
ResponderEliminarLa infancia siempre nos marca de una manera u otra, lo vivido queda eternamente acompañándonos, para bien o para mal, y en cierto modo, para aprender de ello, de lo que no queremos para nuestros hijos, y de lo que no queremos olvidar porque nos pertenece, forma parte de nosotros y de nuestra personalidad, y si no hubiéramos vivido la infancia que vivimos, no seríamos ni por asomo tal como somos...
ResponderEliminarBesito
Mariola: Cuánta razón llevas...la infancia es la base de la personalidad en el individuo, donde aprende y desaprende, a partir de aquí marcará el devenir y sus consecuencias...Abrazos incondicionales
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