Sentado en su butaca favorita, Maximiliano,
fumaba una pipa elaborada minuciosamente, como en un primitivo y ancestral
ritual, con hebras de diferentes países…africanos, asiáticos y europeos. Posiblemente
la preparación formaba parte de su mayor deleite, sí, casi más que el aroma y
el sabor posteriores…el humo envolvía cada rincón de la casa, visitaba las
habitaciones y las estancias, se filtraba entre los libros y tras los cuadros. Le
hechizaba ese olor dulce, mezclado con los palos de sándalos e inciensos
orientales, que encendía por doquier…esencias de jazmín, Té verde, canela, pachulí,
emanaciones de limón, fresa y mora ¡Ah, las civilizaciones, las razas, las
culturas…Qué grande este planeta! e inmediatamente después, evocaba sus viajes
a la polinesia, mirando, una reproducción de “Arearea” de Gauguin, colgada
frente a él, en el salón donde escribía sus anotaciones en un grueso cuaderno
de bitácora, sobre un estimado buró familiar del siglo XIV.
19 Noviembre 2011
En efecto, los aromas traen a la mente infinidad de recuerdos. Muchos de ellos gratos. :)
ResponderEliminarBesos, Kim.
Muy cierto “L”, a menudo se recuerdan más los olores que el momento transcurrido…es una evocación, un estallido de notas musicales, magia pura para nuestro entendimiento humano…Besitos
ResponderEliminarEn efecto, Kim, los olores son tan evocadores o más que la música...despiertan recuerdos, reviven imágenes...
ResponderEliminarUn beso grande, Kim.
Bueno Marian, el olfato es uno de los cinco sentidos que proyectamos, y su percepción, puede atravesar mundos auténticos o imaginarios. El olor del pasado más nimio puede, ejercer un poder atrayente de evocación, tristeza o alegría…Besitos aromáticos.
EliminarEn un rincón, saboreando todos aquellos aromas de lo intuído y revivido en el ensueño, tal vez sea donde mejor y sin duda hayamos viajado nunca.
ResponderEliminarUn beso, Kim.
Tiene hechizo y áurea en su entorno, este camino de bálsamo y sus tierras mojadas, heno y pueblos de infancia…Grato retrato…Abrazos.
EliminarViajar a través del olfato, como lo hacemos a través de la vista con la lectura o las fotografías, o con los sabores, es un viaje especial reservado a la memoria y con destino a los recuerdos.
ResponderEliminarMe ha parecido muy bello, Kim.
Un beso repleto de perfume de mundos.
¡Ah, viajar! Qué nutrido paisaje de idiosincrasia y color, de especias africanas y músicas étnicas ¿qué sentido no percibimos? Desde que llegamos a esta tierra, no dejamos de acumular olfatos y regueros de pólvora emocional, que en cualquier desprevenido instante estalla en el interior más profundo…y se produce el milagro del recuerdo. Fantástico camino, el nuestro, estimada amiga de fábulas y alquimias.
EliminarCuando queremos recordar algo especial de nuestra vida pasada, nos vienen imagenes que nos llevan al pasado ataves de los olores.Es curiso q a veces retengas esos olores mas que las imegenes.
ResponderEliminarLos olores de la infancia son la fuente de la memoria y el perfume del recuerdo.
Un beso de azúcar.
Sí Nanda, en otrora vida (en la primera etapa) cuando apenas teníamos pasado, éramos más enseñados por nuestros sensibles sentidos, debimos poseer una primeriza y vasta lección, con la que el tiempo y los hemisferios se conjugaron a juguetear con nosotros y a enmarañar los futuros recuerdos…que llegaron, pero plagados de lagunas, algunos en este occidente mundo jamás logrará permanecer y se perderá en los naufragios, más otros vienen lucrados de festejo y fuegos artificiales…Guardemos en frasquitos, esos tesoros de niñez, y relamemos sus esencias de ayer y de hoy, para siempre en emanaciones aromáticas…Besitos dulces de azúcar de algodón (ya sabes, la feria del pueblito llano)
EliminarSí, es curioso que los olores por lo gral nos llevan a la niñez, será que es el lugar donde más cómodos nos sentimos, el que más añoramos? Hace poco me regalaron mi libro de primer grado (lo busqué hasta por la web), mi flia sabía de mis saudades y necesidad de recuperar esa partecita de mi historia. Grande fue mi alegría cuando por fín lo tuve y sabés qué, lo primero que sentí fue el olor, el olor del libro, su perfume. Puedes imaginar mi emoción?
ResponderEliminarPor qué será que a veces uno necesita tanto de esas cosas?
Abrazos desde el Sur, que tengas un buen finde y me encantó tu entrada Kim.
Amiga Rem: Todo un mundo por descubrir, el de los olores relacionados con la psique, imagino que igual que una imagen, un sonido u otros tipos de reflexiones perceptivas (las que nos hacen estremecernos) Tiene un signo de identidad, de querer ser, necesitamos un pasado para sobrevivir, una huella vivencial…y ello nos acerca…
ResponderEliminarBesitos a los cuatro vientos.