Danny Lyon (1942) nos transporta no sin algún “tic” de nostalgia y
melancolía a aquellos años 60, donde los jovenes americanos se rebelaban
y querían tomar las riendas de sus propios caminos. Nos muestra las
largas y desiertas carreteras, mítica ruta 66 y otras, los rockeros y
ángeles del infierno en sus motocicletas “viviendo la carretera, los
bares y el rock and roll”. Danny también nos enseña con su cámara
màgica, las prisiones texanas y los presos trabajando la tierra. Las
luchas de los derechos civiles de aquellos belicosos tiempos, las
revueltas de los negros, Martin Luther King pidiendo acabar con la
segregación racial…Un testimonio memorial latente, que aún hoy en
nuestros días, continua sin solución…parece que a los “seres humanos” no
nos gusta compartir el alimento, ese pan que amasamos todos, con las
mismas manos de individuos sociales, o eso nos gusta creer.
Kim Bertran Canut - Octubre 2015.
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