Donde habite el olvido, sembraré pensamientos.Enterraré los momentos desagradables, más, procuraré rescatar de la memoria, los instantes mágicos de mi niñez, transcurridos en ese pueblo pequeño.
Veré sus casas de piedra y los tejados de pizarra.
Pobladito de gentes alegres, trabajadores del campo.
Recorreré las inmensas montañas…casi alcanzando el cielo.
Allí a los cuatro vientos, jugué de chico, con imaginación y soldaditos de plomo.
Todavía percibo el olor de los lápices, la goma de borrar y la tiza esgrimiendo en la pizarra de la escuela.
En las noches frías, antes de dormir, Enid Blyton y Julio verne me arropaban, con sus páginas amarillentas, plenas de aventura
…ah! Que tiempos tan fantásticos y entrañables, los de ayer…
Que hermoso que te arropen los sueños Enid Blyton y Julio Verne. Un escrito dulcemente nostálgico.
ResponderEliminarMe ha encantado :]
Un beso
Ecos becquerianos y machadianos se me antojan en tu entrañable relato, Kim. Leyéndolo he podido oler esa goma "Milán" o esos lápices de colores de "Alpino".
ResponderEliminarJamás he podido entender por qué denominamos "paraíso perdido" a la infancia cuando en realidad nunca se va, nunca se pierde, al igual que el olor de las cerezas.
Precioso tu texto.
Besos garabateados de trazos infantiles.
La niñez tiene eso que a veces os arropa y nos da seguridad, tiene un olor especial, no sé si te sucede, pero ami ciertos olores me transportan al campo y a familia antigua, ojalá el viajar en el tiempo te traiga mucha paz, un abrazo
ResponderEliminarLa niñez...La niñez está protegida...¿recuerdas, Kim, aquel especialista que se lanzaba al vacío en el sueño de los niños, en tu novela, para que ellos no sufrieran daño?...Quizás (pienso) que le quitaba emoción al sueño jajaja.
ResponderEliminarAunque sea evidente que ya no eres un niño, el niño que eras no se ha ido, sigue en ti.
Besos.
Los de ayer, que cubrían al niño que fué y moldearon sin duda al hombre que es.
ResponderEliminarUn gusto recordar esa inafancia compartida en sueños
bonitos recuerdos.
ResponderEliminarGracias por tu visita y por tu comentario
Te sigo
Recuerdo los libros de Enid Blyton, el club de los cinco, Julio Verne y las aventuras de Alejandro Dumas. Nunca agradeceré lo suficiente a mi abuela q me obligaba a dormir siesta y yo aprovechaba para leerlos.
ResponderEliminarbesos Pilo
Marlene: Qué misterios maravillosos encerraban esas hojas, aprisionadas entre sus cubiertas. En aquellos días leía, cualquier libro que pasara por mis manos. Descubrir la lectura fue excitante y todo un placer…Abrazos inocentes de ayer, hoy…
ResponderEliminarMarisa: Recuerdo bien esas marcas, aunque creo te llevo cronológicamente unos diez años. Pienso que perdidos viene, por qué no los volveremos a vivir con la misma primicia, intensidad y fuerza, con la misma inocencia y lógicamente muchos recuerdos se pierden por la avenida de la memoria…Y ya sabes, te cambio tus besos garabateados por mis abrazos de tiernas evocaciones…
ResponderEliminarYo, que apenas he entrado en la veintena... me siento nostálgica cuando leo tus palabras. Es el poder de transmitir. Qué mágico.
ResponderEliminarpaolav: Claro amiga, la infancia tiene sus olores cerebrales que ya nunca olvidas. La niñez es el descubrimiento de las primeras sensaciones y experiencias con la vida, esa dama que va envejeciendo junto a nuestros recuerdos…Abrazos tiernos desde estos ensayos, para inmovilizar presencias de otras estaciones.
ResponderEliminarMarián: ¡Ja,ja,ja! Sí que lo recuerdo, él impedía que cayéramos por los precipicios de nuestras pesadillas..."llevo en la mente el sufrimiento del pensador"...Me agrada hayas, o estés, leyendo la primera novela...Abrazos cálidos de infancias recordadas en nuestros sueños, y también en las realidades soñadas...pues no hay que dejar marchar los instantes existidos en su compañía.
ResponderEliminarPilar: Sin ninguna duda, esos días, comprometieron el futuro..."el hoy y el mañana en el ayer" Existen seres más nostálgicos, otros intentan olvidar los recuerdos del ayer…Abrazos con cariño compartiendo, las remembranzas…esas sombras de espíritu que nos quedan en el alma consciente…
ResponderEliminarGuadalupe: Agradecido de tu presencia y estancia entre estas paredes emocionales...mi deseo es contemplar los pasos que subrayamos, en esta senda que interpreta un pasaje espontáneo…Abrazos amigos, de recuerdos liberados
ResponderEliminarPilo: También recuerdo a los cinco, devoraba todos sus libros y las novelas de “aventura” y los 7 secretos. De Verne, grandes títulos me llegan a la mente…Leer es otra manera de soñar, magníficas siestas las tuyas. Bravo por tu abuela…Abrazos literales, hibernando entre páginas escritas
ResponderEliminarAlba Ferrera Sánchez: Y el poder de sentir, amiga, y entender ese sentimiento...La lectura es mágica, nos acerca y nos aleja, viajamos, nos entretiene, aprendemos a imaginar sin imágenes, nos enseña léxico, nos instruye y tantas otras sensibilidades...Abrazos sin nostalgia, sí con cariño.
ResponderEliminarLos tiempos del ayer habitan nuestra memoria y viven presentes en nosotros.
ResponderEliminarBesos Kim.
Tomemos una copa en ese bar Kim.
ResponderEliminarLo estoy deseando.
Qué bueno, kim, mientras te sigues preocupando de escribir sobre esos tiempos, ellos seguirán vivos y magos entre nosotros.
ResponderEliminarA mí también me parece sentir el olor de los cuadernos, de los lápices de cera, el olor de la tierra del campo y de las tardes de cuentos, o de pasarse las horas sentados frente a la chimenea leyendo las aventuras narradas por los grandes escritores que nos hacían soñar tanto en nuestra infancia.
Hace unos días compartí contigo un premio de blogueros en mi blog, pero ando tan peleada con el tiempo, que no me acerqué hasta aquí para contártelo, y aunque no sea gran cosa, sí representa cariño y admiración por lo que escribes.
Puedes verlo aquí si te apetece:
http://www.mujerdeaire.com/2011/02/un-video-y-un-par-de-premios-para.html
Besos y gracias, que estés muy bien kim
tecla: Cierto amiga, a veces duele la añoranza, pero el recuerdo sigue tan vivo como misteriosos y mágico...Abrazos de niños buenos, algo traviesos sí
ResponderEliminartecla: Bien, por mi parte de acuerdo. Quedamos y acompañamos vocablos, amiga mía...Abrazos cálidos, esperando tus letras
ResponderEliminarMayde Molina: Cuando vives una época, ésta sigue, siempre, en tu interior y pienso que de vez en cuando debemos hacer un paréntesis y observar nuestras remembranzas y acariciar aquella ilusión en el tiempo. Agradezco tu pensamiento en mi, y me ha gustado visitar esos laureles...Abrazos de peluche y canicas de colores en el bolsillo
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