domingo, 23 de mayo de 2010

El Misántropo

Flaco y harapiento, tras las guerras del alma, el anciano sin nombre, apenas consigue avanzar sobre sus piernas, se auxilia con un bastón de avellano, que le concede una apariencia bíblica. Hace mucho tiempo que se halla en soledad, la sociedad le lastimó y él se ausentó para refugiarse del dolor. Jamás se acopló, ni tuvo hijos…se aventuraría a testificar que no germinó de mujer terrenal. Los escasos conocidos que hizo en vida, se dilapidaron por el errar de sus pasos…sí, porque el anciano desde una inmensa colina, miró el mundo y sus continentes, y jamás encontró paisaje que le compensara,…nadie le dio suficiente confianza y todos se comportaron como fieras…raza animal, ambiciosa y lucrada en sí misma…
El anciano sin apodo, sin políticas ni religiones… conoció las artesanías mediante dictadores que explotaron su integridad como individuo y tiranizaron su jornal a costa de azotes físicos y psíquicos, llagas siempre beneficiosas para el patrón. En la ciudad manifestó su disgusto con los encargados de la ley, el orden y la justicia y fue preso por la civilización, que le encarceló, consumió y materializó como a un “extraño ser, agresivo y salvaje”. Expulsado, se retiró al bosque lejano y allí en la Naturaleza, alivió su deshielo, arrancó las cadenas del sometimiento y cultivó su alimento en libertad.


Diciembre 2007.

domingo, 16 de mayo de 2010

Sidi Bou Said (Túnez)


A veces miles de ojos nos miran desde el malecón norteafricano de Sousse, palmerales, desiertos de arena, de montaña…lagos salados, oasis, dátiles y aceitunas. Ulises en la Isla djerba, fortalezas en las bahías asediadas por el turismo, cafés orientales en Sidi Bou Said, patrimonio histórico, casas blancas, puertas y ventanales azules de Mediterráneo, ahuyentadores de mosquitos y malos espíritus, peces, lunas de sable, estrellas de cinco puntas, oraciones y ciudades santas…henna y bereberes, medinas y zocos concurridos de regateos, motocicletas, autos, bicis y claro los jabibis…chicha cachimba… aromas de jazmín y azahar, mercados de especias en el aire Tunecino, cuscús, shawarma, agua embotellada, Museo del Bardo, Cartago, Coliseo, ruinas y termas romanas. Jaulas y Dromedarios, té a la menta, alcornoques, viñas y olivos, cereales, estepas y playas…3000 años de culturas.

Agosto 2005

sábado, 8 de mayo de 2010

paréntesis para entrecomillar huellas


"Parece un reencuentro...quizá solo un instante o un adiós...pero se amaron rodeados de soledades...saben que en otra ocasión, tal vez mañana...ellos serán los que cruzarán solitarios..."

sábado, 1 de mayo de 2010

Inspiración

Oscuras noches de reencontradas oraciones.
Escucho los tambores de truenos abrumadores
bajo la piel celeste.
Paseo por el antaño pueblecito de casas blancas,
ya teñidas de ceniciento olvido. Respiro…
la calle de la tristeza se estiraba hasta el
horizonte, ahora sólo gime el viento y el vacío
silencioso del alma, llena la entrañable y lejana
imagen, perdida en tiempos hundidos.
Abrázame serpiente, sube por mi cuerpo, dame
el entendimiento en este rincón añorado de ayer.
Las manos en los bolsillos, los recuerdos guardados
en el abrigo y un sentimiento de poeta…
sin serlo.
Caminante de letargos, observador y solitario, con
pensamiento de bohemio…sin serlo.
Emprendo la distancia de mis pasos descalzos,
caricias de olas de pena en la playa seca, nocturna
y dócil.
Acunado por los brazos ancestrales de Madre que
susurra, aún hoy, en mis oídos, aquella música
primitiva, mágica, del mismo color del consuelo
del llanto, de la ternura…suspiro…incrédulo de
poder describir a la humanidad, que mira extrañada
mi tosca figura de vagabundo…sin serlo.
Llego a casa y hago punta al lapicero de imaginación,
Pero… ¡ lamentable!, inspiración se ha marchado.
Sentado frente a hoja blanca con dedos temblorosos,
incapaz mano de ver corazón, la simple mirada no
hace el verso, lloran ojos de emoción.
Esa lágrima que recorre la mejilla a su antojo
y humedece el papel, crea lo más hermoso
que jamás he escrito.
Sincera y tierna tinta, eres huella profunda.


Marzo de 1999