sábado, 17 de diciembre de 2011

Yves Simon


Gran regalo y acierto, en el buen gusto, con Yves Simon & Transit Express en especial este disco “Macadam”...Músico, Poeta y trovador, del viejo Underground francés, su música, me acerca a la añoranza del paso de los tiempos, a los años setenta, a los vagabundos del sena, a las ancianas estaciones de trenes, a Woody Allen, al pop-art de Andy Warhol, a los filmes italianos y la novelle vague, y a las soledades que acompañaron los largos caminos hechos. Y es que aunque la niñez, la adolescencia y la juventud se instalen y acomoden en nuestro interior, el espejo nos delata y refleja que "por aquí cruzaron las épocas"...Más, esto no concluye aquí, así que nos veremos en el curso que viene y como diría el intérprete ambulante: Hasta la próxima gira…
P.D. Recomiendo este disco “Macadam” de 1976 con las canciones
Face A: Les fontaines du casino. Jungle gardenia. Nous nous sommes tant aimes. La petite fille de Fleury. Macadam (mise en route). J’ai tout mon temps.
Face B: Macadam a 4 voies. Retro-Melo. Je ne saurai rien de ta vie. Ou es-tu Je ne t’entends plus. Qu’est-ce qui s’passe aujourd’hui.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Humos y misericordia…

Nebulosas estatuas mitológicas que,  se juzgan,  pintadas en el aire. Góndolas a contraluz, capiteles, juncos y caña, fanales de aceite…música de la Francia de finales de los cincuenta, en la Italia de los sesenta, donde nos hallamos presentes, los cielos, cenicientas tonalidades, unidos con los rojos pasión que abaten en el mar, acariciando, la plata de sus aguas…la ciudad duerme, cada cual en su mundo, escribiendo el libro de sus vidas…miras por la ventana y ves como caen las primeras gotas de lluvia, abajo, cruzando el puente, divisas los paraguas de las gentes…como en un desfile, en la pasarela de sus vivezas, corren a resguardarse. En la plaza una niña con impermeable y gorro da de comer a las palomas. Los pescadores recogen redes y velas, y acercan las barcas al astillero, fuman sus pipas humeantes de Ámsterdam y hunden memorias en el mar. Rondan las ruinas portuarias, chavolas de amigos y conocidos indigentes que han prendido con maderas y cartones, fuego, a las tinas y  cubos de chapa,  para calentar los huesos y el alma y cocinar  los atunes que cada amanecida, los marineros, les traen para alimento…se sientan, juntos, como cuando eran niños en la escuela…donde aprendían a soñar…unos tuvieron más suerte, a otros las adversidades les enfermaron, sin embargo no han perdido el valor del afecto y de la solidaridad y hoy, mientras comen con hambre, el pescado, sacan una bota de vino y todos cuentan fábulas, ríen y beben, olvidando, por unos momentos la dureza de la existencia…los autos comienzan a rodar a esas horas y de las chimeneas de las  fábricas, el humo, fluye, contaminando el ambiente…no nacen flores en las aceras, no, solo asfalto y restos de ruedas chamuscadas. Los  adoquines resquebrajados, forman charcos que los muchachos camino del instituto,  pisan con regocijo, sin conocer lo que un día pretenderán  olvidar.
                                      -25 septiembre 2011-