viernes, 25 de agosto de 2017

NOCHE HERIDA (Octubre 1996)



Fuera de la guarida la noche está herida.

Sangrando en recuerdos, mojado en el
remordimiento del pasado, bajo los escalones
del olvido, de la taberna “Trago amargo”.
Ya escucho la música de Jazz y el entrañable
olor a madera vieja carcomida del whisky y
las vigas del techo. El ambiente está cargado
de humo. Ilumina la oscura estancia, el aspirar
de los cigarrillos y unos focos sobre la tarima
donde músicos negros versionan temas de Charly
Parker, Miles Davis y alguna pieza de Soul de Otis
Redding y Aretha Franklin.
En este garito se organizan las mejores timbas de
la ciudad y buenos combates de boxeo.
Hoy me siento en un rincón huyendo del pensamiento,
Mi mal crónico.
Sánchez, el dueño del local, trae una
cerveza a mi mesa y habla sonriendo amargamente.
-¿Qué? La noche está herida ahí afuera, ¿eh?,
bienvenido a la guarida.
Le guiño el ojo y levanto el pulgar sin contestar.
Bebo en la noche de los perdedores.
Se acerca el fracaso con cuerpo y voz de puta,
siseando como una serpiente. No quiere ir sola
a casa y enfrentarse cara a cara con el espejo
que la delata y hacer el amor sin melodías, oler
Su propio sexo, silbando el estribillo de las
soledades más angustiosas de la madrugada,
que va envejeciendo de enfermedad.
Hay un joven poeta recitando a Kerouac,
que nunca obtendrá respuestas, que acabará
"en el camino", borracho, lanzado a la calle.
Arrastrado por la corriente del viento y las
Lluvias.
Mañana se refugiará de nuevo aquí en la
guarida, porque afuera amigo…la noche
Está herida.



 




















domingo, 6 de agosto de 2017

Pinceladas del Alma errante (Abril 2008)




De nuevo hoja lúcida, quedo aquí contigo…lejos de masivos ordenadores de pantallas reflectantes que coartan mi inspiración…musa lírica…en estos días de sequía, siento la vulnerabilidad de estar preso, sí, como en otra entidad que no es la mía y sin embargo debo seguir penado, pues el miedo congela mi quehacer…temor, pánico a volver a un terreno que jamás habité …pero que adivino palpando mi piel, advierto su brisa y distingo el sendero y la luz que me grita…una frecuencia en off me dictamina…observo en pasivo, vegetando entre dos trincheras…recibiendo todas las balas en soledad…camino por mi celda, doy giros en tres metros cuadrados y recorro más vía que cautivo en libertad. No he llegado y tampoco he salido… ¿Dónde me encuentro pluscuamperfecto? Remoto de ti y lógicamente, no en el mundo de ellos…soy un extraño, sin lengua, ni patria…soy impúber…hijo de experimento…soy tu otro, fuera de yo, sin mi…etéreo,  grácil… impregnado de pueblos desnudos, bosques salvajes…pretéritos primigenios…cuerpo acariciado por interpretes de mentes en danza…y la música suena dulce, palo y piedra golpean sin composición temática. Razón de escribir?...por qué respirar si nada es esencial…necesario, significativo. Primordial? Y el equilibrio del Astro despellejando mis sienes, allá sentado, en el banco cardinal del camino. Días festivos, ocios de muchedumbre…al andurrial departen dos mexicanos ¡con qué ahínco! Siempre como brújula, su tierra, nomás cuate ¿se juzgarán extranjeros? ¿El origen de las fronteras? Qué afecta donde nací?...la moneda quema en las manos como fuego prendiendo en el animo, reflejos en tus ojos, sí, sí, aliado, indícame qué vas a forjar mañana…seguirás, retornarás? O acaso ya más experimentado, te tumbarás contemplativo y pernoctarás en las calles portuarias, tullidas, de duendes que se suicidaron al equinoccio y asumieron, su término de letrados de la autopista.

El arte se encuentra entre bastidores, no haré acto de presencia en el escenario de decepción donde el telón no tardaría en bajar como hoja de acero afilada.
Me rebelo ante un mundo destructivo que accidenta y lincha a sus creaciones... Justicia es una palabra legal, nomás.
El reflejo de ojeada inquieta, el padecimiento del ser postrado…la inquina de no ser interpretado coherentemente. Qué le prohíbe inhalar el goce del olvido antes de escuchar los pasos del recuerdo, acercándose como sabuesos adiestrados por asesinos mercenarios, exterminadores de razas evacuadas, a inexistentes campos de refugiados…donde se hallaba la infancia, ahora se posan los pájaros sobre las sombras de tierras lejanas, que viejos antepasados, verdugos colonizadores, sembraron ciento sesenta acres por cabeza…cortada.
La flor del Sol…desplomando sus pétalos…prendiendo la arena del desierto con la leña seca de la mañana…las brasas del fuego helado nocturno, que entierran el aire escurridizo y frío…la noche herida, muere por la mañana y la Aurora ensangrentada prorrumpe al amanecer…complacido y a la vez perdido, proveyendo fusilamientos de Albor y nube.  A menudo dudo de la credibilidad de los sueños.
Un adiós triste se fugó en el vagón…dejando la última esperanza de encuentro en el andén y en el vuelo de un pañuelo…mojado por el llanto…ya se terminó la cartilla de racionamiento…