viernes, 24 de junio de 2011

M I S E R E R E – El Desmayo del Sueño.

Qué mundo aquél. Todo parecía mísero, la gente iba asustada, paseando el perro de la pobreza, sacándolo para que hiciera sus necesidades. O quizá era él, que experimentaba una visión deleznable en sus rostros ocráceos, perseguidos por la desfiguración teatral de la máscara terrorífica en la que se hallaban, camuflando el ridículo interno por una farsa exteriorizada.
-El mundo en su autenticidad, distinguido público.
Perdido ya en esa trágica sensación de reconocer la vulnerabilidad del espíritu, en una sociedad hostil, cada vez más integrada en el estigma frívolo e insólido del esteticismo. Pensó en los pensadores, en la absoluta austeridad de los monjes cartujanos. Entregados espiritualmente, atrapados en claustros amurallados y claustrofóbicos, en el anacoreta, el misántropo, el ermitaño. En los antiguos estilitas más drásticos y radicales sobre pilares y columnas existenciales. Artistas de la mente, de la oración, esculpidores de sueños liberadores, agricultores de almas creadoras de la pureza mística. ¿Dónde iban a morir estos animales de la percepción en vías de extinción?...
…Seguidamente, le desgarró el sentido del entendimiento, unido al conocimiento. Cayó un rayo, partiendo con crudeza la razón de sus valores más trascendentales. Participó en el penoso ritual del sacrificio, siendo la ofrenda otorgada a los dioses agnósticos de lo oculto. Entró en el Santuario del averno con ánima atravesada, un coro de voces repetía con los ecos de un gélido vacío. Sintió como se llevaban su esencia junto a las otras, en una bandeja de espesa niebla. Estiraban la piel y amordazaban los oídos. La única frase que la coral de voces, ahora acústicamente sobrenatural, repetía, sin cesar, castigando la antorcha de luz. Apagándola. El recinto osciló entre la carencia de claridad, sombreada por contrastes ocultos de lápices láser, pintando rayos catódicos, curvas de sobresalto que estimulaban impulsos bruscos de transmisión imprevisibles. Corrientes de riesgo, con descargas eléctricas de pasados nunca acontecidos y ejecutados fortuitamente por neuronas criminales. ¿Quién quería destruirle? El cien por cien, no sabe, no contesta. De las sacudidas, le salvó el frío del espacio y la frase que continuaba repicando: “Estás a solas con el solitario”.
Las proyecciones del subconsciente eran las que le quemaban, convertidas en entes etéreos, volátiles…demasiado eternos. Desprendiendo gases de ausencia. Así acabó, rendido en el suelo, mientras toda sustancia de presencia, se perdía en la lejanía, allá en lo más alto del firmamento, sin dejar ninguna huella. La soledad era demasiada compañía y su reflejo quedó cautivo de otro cuerpo físico, sobre una alfombrilla sangrienta, semiborrando la palabra “Welcome”.


Extraído de la novela “El reflejo de los sueños en lunas rotas (perdido en la eterna oportunidad)” -2003-

viernes, 17 de junio de 2011

Sueños de Perroloco

Matamos el hambre con nuestras letras, y saciamos la sed con la tinta en un devenir de pensamientos escritos para ser compartidos:
No dejo de pensar…en que debo de estar vivo...
¿Y si muero...porque pienso?
Logramos pisar…la tierra que no veremos.
Libros mojados…de lluvias silentes de acero afilado.
Vieja escuela…nidos en los durmientes.
Las infancias…de pupitres salpicadas.
Tuve un pez que murió…no sé si por viejo o por sabio.
Bostecé…y sembré sueño.
Madrugo…así vivo más el día.
Transito por atajos…para llegar más tarde.
Crepita el fuego…el anciano ojea el libro.
Trasplanté árboles…para cavar mi tumba.
Lo que ayer leíste…lo escribí hoy.
Prefiero las caricias…al cigarrito (soy exfumador)
Llevo tantos años en soledad...que necesito estar sin mí.

Septiembre 2009

domingo, 12 de junio de 2011

Mestizaje...

 ... Y a todo aquel que sigue cultivando sueños en tierra abonada de pensamientos quiméricos.
Concibiendo del progreso de una sencilla simiente, el entendimiento del mestizaje de razas,
religiones, y creencias en el mundo.
(Respeta, acepta, tolera…)

martes, 7 de junio de 2011

ACLARACIÓN

El día que me cambié de mundo, era una mañana silenciosa, amarilla…el cielo nublado de plata y perlas tintadas…agua de mar, agua de río, agua del grifo, que salpicaba en las tejas de pizarra, de las casas por las que iba cruzándose mi camino. Abertura incierta y curva sin un final glorioso, solo la ida…recuerda que pasé por aquí.

sábado, 4 de junio de 2011

J O E V O L A D O

Emisoras de radio, estamos trasmitiendo…cadenas de televisión sincronizamos el miedo en riguroso directo. El caos desvaría…hoy no hay colegio, la situación es desesperada…las adolescencias observan apoyadas en el muro.
Veinte litros de agua bendita por metro cuadrado, tomad y bebed…
A veces huir es el lugar de donde vienes. Joe Volado alunizó en un pretérito indefinido, llegó sin tripulación, sin nave…sin credenciales…desconociendo la ruta, la velocidad y el tiempo transcurridos. Transita solo la física…la duda atraviesa sus pensamientos, ¿no hay tierra en este planeta? Un hombre acaba de germinar en la llanura del desconcierto, no sabe donde buscar raíces y la adicción al alcohol le está ahogando en el quebrado cenagal del ausentismo. Eclipsado de los archivos, desapercibido por las arterias de ida y retorno ¿qué infiernos llora?
Joe solitario enmarca sus recuerdos entre crucificados tapices surrealistas ajusticiados por el camino. Aterradoras alboradas de góticos despertares…iba dejando una estela de mismos ayeres por orillas de pueblos, ciudades, playas lóbregas, por atajos de piedra y rondas emparedadas de gris abandono y extrablancos vacíos amnésicos. El cielo surcado de señales, un desierto de símbolos que jamás expresaban nada.
El viajero espacial pensó y al pensar se asustó porque los pensamientos huían hacia la libertad y se arremolinaban cual dunas creadas por las aspas del dulce cachimbo y concebían el suspiro azucarado…así que respiraba el guarapo y su propio trigo con cornezuelo espiritual y extraía el agua del bagazo de la existencia. ¿Realmente existía el tiempo? Había días sin memorias, minutos traspapelados en cajones destartalados, segundos que fueron primero, quemados en cualquier silo…habrán saetas que darán giros insubordinadas en inútiles esferas. El eremita se remolca por limbos que pretendieron darle olvido…él seguiría perpetuando una maldición. Una diabólica jugada de agujeros negros le dejó exánime bajo los escombros de un futuro que no era suyo. Quién anda por las brechas de latifundios hirientes, quién dosifica el soplo que inhala por si persiste trecho en este excéntrico distrito. ¿Dónde fue el pánico? Siente el aguijón de la soledad clavado en alma escanciada. Desertada en inhóspito azar.
Ayuno de vocablos, es mendigo en el banco del camino, letrado de la paz y el hambre.
Hay días que el mutismo llama a la puerta y la sombra se afirma en el sillón, es entonces cuando alienta ese exiguo y rociado oxigeno de pesadumbre, esa tenue bruma que se cierne en el contexto. Qué admirable es la soledad y qué doliente y desamparada comprenderla allí tan…desguarnecida. El insociable mira el infinito horizonte plateado y sedentario y a lo alto el edén preñado de nubes que demandan orillar en los cuartos de Luna, lluvia que desea caer para sembrar los áridos parajes…el viento cobra aliento tras fatigarse en su constante lucha con el hielo de ciertos corazones…calor, ternura, aroma.
OH, emoción real y apócrifa ¿cómo bucear en tus adentros sin agredir sentimientos?
No, heridas abiertas no, cicatricemos las huellas de los amores ardientes que ya se guardó duelo en su respetado y cauteloso espacio de tiempo…el soliloquio del desamparado, el “sincompañía”se siente único en su especie, trazos para decir que seguirá escribiendo pese a las mareas que zozobran en los puertos, saturados de bajeles anclados, astillados para prender fuego y ser recogidos por la sonora avalancha de una mano sin tizne, sí flama para secar los atavíos del ancestro éxodo tragado por los torbellinos del cosmos que del mástil más alto colgó su agradecimiento…ya sumergidas las aisladas islas en antaño margen de sensatez, ven, dale el beneplácito de éste tu madurado entendimiento. Le apena la lejanía en que acaece. Con un pañuelo en los ojos se miraba al espejo, el dedo en el percutor y un regocijo en los labios…nada parecía tan importante…la puerta giratoria de la noche deambulaba entre murmullos recorriendo desasosiegos, los barrotes de las celdas de su quimera accedían a tiempos en un vacío impalpable, golpes de silencio y fogatas, gorras de frío, una armónica, furgones de tren, esclavos vagabundos, luchas de perros y el Blues del más allá. En el reflejo del escaparate la ráfaga cruel de un instante de posible verdad. Quizá mañana regrese con otra composición y menos asustado vuelva a subir al escenario a gritar al publico enunciados reaccionarios para que despierten de su sueño extenuado. Es la era de la computación, mandad un e-mail o dejad sugerencias en el buzón de voz. Gracias.
Un fósforo ilumina el rostro masacrado de la incertidumbre, del llanto de una vida muerta…sobre la fresca arena el asceta personaje se siente asfixiado en el sudor febril de la cotidiana hojarasca…el nacimiento de un Satélite rojo relumbra en la agonía de un postrero día de trágicos presagios, ahora calados por una dócil quietud que relampaguea en el firmamento…estrellas troceadas se acercan a las espumas lúcidas de las aguas de la razón y se dice que desconoce sus pasos, esos profundos gráficos –supone- acaecidos en otro mundo…es vigilante de signos que tomó con desatino, desacierto del hierro caliente en sus manos. Creyó in extremis una culpa o manera de ser que luego se disipó creando la marca del estupor…allí empezaron las pesadillas y con ellas la inseguridad de alguien que solo trataba de evadir el maleficio, reconociendo el error trataría de cambiar la suerte del predestinado.
Huele a pólvora, borbotones de sangre hierven…humea el cañón, pálidos labios…un hombre yace en roca volcánica…las olas gigantescas se agitan, se llevarán el cuerpo y la pena para siempre con fuerza devastadora y depuraran una existencia que había dejado de latir tras el naufragio estelar
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Noviembre de 2002