lunes, 3 de diciembre de 2018

La miseria enquistada como barco leproso, anclado en la dársena… (9 Octubre 2018)


Sigo muy a menudo recorriendo las calles de Barcelona, con la cámara al hombro y la mirada  acechando los vientos de los 4 puntos cardinales.
Franchesca se ha ido a Italia con su perro labrador, guayo. Llegaron sus padres a buscarla…ella está embarazada y con su adicción al caballo no podía manejarse sola y mucho menos seguir viviendo en la calle…te deseo suerte y estrella, amiga, cuida esa vida preciosa que llevas dentro…
Ayer vi a mi musa menesterosa del raval, parece que no deja dormir a los vecinos durante las noches de alcoholes… le compré un agua con gas y le hice algunas fotos…Cada vez que la veo está más desmejorada…Suele ser la ley de la calle (no la de F.F. Coppola)
Ya no están los compañeros de la Plaça Reial.
Se que Andrómeda, ha muerto estos días, me lo ha dicho un gran dibujante revolucionario de cómics de los 70’s.
A Jimmy y a su silla de ruedas, se lo han llevado, imagino que a algún centro psiquiátrico, últimamente se ponía demasiado agresivo…y  “asfalto Johan” como ya dije en otra ocasión, desapareció o metamorfoseó en pavimento por arte de birlibirloque…Florence se marchó a Francia a recoger fruta.
También he de insistir, que cada jornada hay más gente durmiendo en la calle, hombres y mujeres de todas las edades, y ya no solo afecta a los barrios marginales de la zona portuaria, El Raval, El Gótico, Las Ramblas…no, no, ahora todos los distritos tienen a sus propios y originarios  pobres, vagabundos nativos, aborígenes indigentes… La miseria enquistada como barco leproso, anclado en la dársena…
El turismo cruza las murallas de Barcino, con sus aguas fecales bordeando, los plebeyos mendigando al clero, su jornal de esclavos sin derechos sociales.
En derredor de la catedral, danza Meliluz Náyades, como los vientos arremolinados de Oriente, inicia su transformación vocacional de nativa salvaje, fusiona el baile del vientre y el de los 7 velos con una aureola mística de destilado flamenco gitano. Expresión, ímpetu y devoción, fantasea con revuelos de candelilla y taconea un tango argentino…las gentes se agolpan para verla, fotografiar y grabar…Pareciera que nos hallamos en la edad media.

Caroline Cunill una chica joven, artista del Aro (Hula hoop gigante) Gira como una peonza mientras logra ejercitar sus juegos malabares. Otros obreros del mundo mágico, cantan y tocan sus arpas, mandolinas y clavicordios…La chica muda, vestida de flores se va a Rumanía. Me ha pedido que le traiga alguna foto de papel.

Gisela tiene un estudio de fotografía en el Borne, tengo que pasar a dejarle algún libro…A Agus, le hago fotos comiendo sobre una moto…podría llamarse ja, ja, ja comida rápida (Fast Food)
 A la mayoría de personas que plasmo en imágenes, se las envío (si tienen, lógico) por medio del Messenger en el Facebook o por correo electrónico. A Sandra, la rubia tatuadora, le hice unas fotos mientras fumaba un cigarrillo a la entrada de la tienda de Tattos.


















martes, 13 de noviembre de 2018

LA DAMA DE LA GRAN VÍA... (7 Noviembre 2018)




Esta fotografía la hice desde el bus, cruzando la gran vía de la ciudad de Barcelona. Por ello la bauticé con el nombre de La Dama de la Gran vía…Durante muchos años, la mujer vivió en “su banco”, decorándolo a su agrado con todo tipo de materiales, telas, revistas, libros…
Las veces que pasé por allí, la vi comer, leer, dormir… la pude observar a la mañana y a la noche. En invierno abrigada con gorra de lana y en verano más liviana. Ella se convirtió en toda una institución sedentaria, de la estrechez establecida…Ahora, cuando camino o paso por allí en autobús, ya no la veo. Un día desapareció sin más, dejando “su banco” o ¿quizá la desahuciaron…?
En esos tiempos Esperanza Aguirre, hablaba de prohibir que los indigentes durmieran en la calle: "Ahuyenta a los turistas”, dijo. 

Sea como fuere, esta mujer creó una estela social (tipo estilita) modulando con su presencia, testimonio de queja a los gobiernos, a la iglesia y a los monarcas de medio pelo… y quedó un banco de madera, huérfano…

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Una simiente que crece hacia el interior… (Julio 2018)


Querido amigo Celedonio, en estos días, pasan demasiadas circunstancias “fortuitas” en las que no me recreo y sin embargo sufro sus avatares. No sé ciertamente si vivo otros momentos o quizá la mezcla de sueños y olvidos, han reflejado mis mundos paralelos…atormentado por presuntas situaciones existentes, que al procurar investigar  los alrededores del hipocampo, la memoria circula en espiral y así a menudo sueño (O creo soñar que lo hago) vidas que es imposible que haya protagonizado.
Como ir conduciendo durante años al trabajo, cuando no tengo carnet,  ni auto, y tampoco tengo trabajo…entonces al salir a la calle no sé donde dejé aparcado el vehículo y es entonces cuando pienso y me pregunto si es real mi preocupación.
¿Será sueño, fantasía y realidad la misma corteza cerebral de la consciencia, inconsciencia y subconsciencia?
Amigo Celedonio, otras veces me río a carcajadas y dejo que el sueño me utilice, que me lleve consigo y pido humilde pero encarecidamente que no me haga volver jamás a ésta promiscua realidad tan absorbente…Pregunto sin respuestas, así convivo con las oscuridades de las calles de mis pensamientos, humedecidos por la tormenta del sábado.
Recalo en la nostalgia de la incertidumbre ¿error o temor? Y lo único que sé bien cierto es nuestro transitar, Celedonio, compañero de aquel pretérito tan vívido y fantástico…Aquel norte sureño abierto a los 4 vientos.
Bien, como te iba contando, anduve mucho tiempo sin identidad. Me olvidé de ser yo y creo que me largué… ¿A dónde? No tengo idea, no sé, oí hablar de existencias opuestas y me invadió el silencio, el miedo me atenazó y diría que no dormí ni soñé en días, claro que quizá en esos momentos ya no conseguiría saber nada de nada, qué vacíos visité y si la paranoia se vistió de lapsus ingrávidos…Busqué tierras menos hostiles donde depurar la piedra que llevaba en el alma…
Te escribo ahora mismo con la inocencia de un niño. Debes creerme, pues si tu no lo haces, nadie lo hará…es terrible observar como el pasado se muda en hojarasca otoñal y poco a poco ver que va desapareciendo, si tardas demasiado me habré disuelto, lo intuyo y cuando llegues a mí, seré como el horizonte que nunca puedes alcanzar…

















martes, 30 de octubre de 2018

Regir el loco mundo… (29 Octubre 2018)

 Las prioridades de las organizaciones secretas que dirigen el planeta y los gobernantes  del mundo actual, claramente, no son el pueblo y sus carencias socio-político-culturales…son precisamente la inversa, es decir, asegurar la continuidad de su Nuevo Orden Mundial  económico y el abrir cada vez más la brecha entre ricos (Élite) y pobres (siervos)…
Mirando en el espejo de ayer, hoy y mañana, las luchas del día a día…la historia de la humanidad, la que nos 
han contado, la que imaginamos, la 
que podemos percibir y la que nos 
esconde el poder, esos grandes 
amigos de la propiedad ajena…esos 
antiguos usureros, hoy llamados 
banca privada.
La nave 80 % Europea, BepiColombo,
se dirige a Mercurio en busca de lo 
desconocido…dejando a la intemperie
 lo ya “harto”acreditado. Esto es: el 
alto paro juvenil, la precariedad 
laboral, la huida de talentos a otros 



educacional, ayudas ineficientes en 
discapacidad, pobreza, desnutrición 
infantil, corrupción…
Alguien ha dicho que en el futuro solo
 existirán los ricos y que los pobres se 
extinguirán…
La evolución es radical, no existen 
paradas de reflexión.
Y a mí, solo se me ocurre preguntar:
Control Terrestre a Mayor Tom,
¿Puede oírme, Mayor Tom?





 























martes, 23 de octubre de 2018

“Resistencia emocional… desesperada supervivencia… ” (20 Octubre 2018)

Por el cuello subido del abrigo de astracán, asoma la mejilla tierna y colorada del frío pirenaico…das pasos sin orientación, totalmente extraviada,  manchando la nieve albina. Los árboles voltean venteados por el hálito de las intemperies. Igual que cimbrea la ilusión en tu ser, debilitada y lejana. Palpitan las embestidas de la niebla rociada y densa…La naturaleza frente al hombre (en este caso, mujer)
Manos enfundadas, guantes empapados, nudillos ensangrentados.
Lago helado sin pájaros, sin cisnes…el sol escondió su dorado y la luna platea el escenario…pero tú no ves el paisaje idílico.  Te asaltan reflexiones nocivas, confusión y estremecimientos de vértigo. Caminas despacio con temor a quedar sepultada, no conoces el terreno, hace demasiados años que nadie llega hasta esta parte de la cordillera ¿Habrá algún antiguo sendero? Seguro que si, pero tu los desconoces, así que vas con tiento.  Miras alrededor  y captas la desolación. Querías huir de la civilización que te maltrató, pero ahora no puedes hallar el refugio, una choza hecha de troncos, donde habitas desde hace unas semanas. Una mañana, un impresionante alud la veló de tu visión…desde  aquel instante, yerras sin rumbo. En la bolsa que cuelga de tu hombro, hay frutos secos y chocolate para las largas excursiones, una linterna casi gastada, una navaja, un mechero y el libro “Ángeles de desolación” de Jack Kerouac…Él también estuvo “asilado” en las altas montañas allá en los picos de Hozomeen  en Washington, Estados Unidos.
En el camino (otra novela de Kerouac, la biblia de la Beat generation) por el camino se ha preocupado de ir recogiendo ramas que asomaban de arbustos que no había llegado a cubrir la nieve.
Congelada, cansada y entumecida en la noche que ya se avecina, te quitas los guantes mojados, meditando para ti misma, que es peor el remedio que la enfermedad…
Corresponde hacer una hoguera urgentemente, para calentarse y tal vez, con mucha suerte alguien pudiera ver las llamas o el humo que desprende el fuego. Aunque las nubes bajas, empeoraban las condiciones y también tu ánimo.
Casi no sientes los dedos de los pies, en realidad no notas los pies. No estas al tanto del ardiente frío, tus manos van tornándose violáceas…no puedes perder más tiempo en elucubraciones,  te inclinas y con dificultad y  ayuda de la navaja, vas despejando la nieve hasta que encuentras tierra, hierba y piedra…Claro, claro que está húmeda, pero no tienes elección…haces un circulo, colocas las piedras mas grandes que encuentras y como puedes, formas una pira con la leña (húmeda) que vas arrastrando, arrancas hojas de la novela de Jack, disculpándote mentalmente y arrugándolas las colocas bajo las ramas… ¡no, no, no! esto no es una historia de Jack London y su supervivencia extrema en “Amor a la vida”.
Aquí aunque le cuesta un montón, sí que se enciende el mechero y el papel letrado y por fin la madera prende del mismo modo.
Renaces en torno a la lumbre…comienzas a percibir tus miembros, y oyes el ruido de la salvación…Un helicóptero sobrevuela el cielo y tu cabeza, y no se te ocurre otra cosa que sollozar, gritar y besar la nieve…y agradecer el azar indulgente de la tierra.



























lunes, 1 de octubre de 2018

Una simiente que crece hacia el interior… (Julio 2018)


 Querido amigo Celedonio, en estos días, pasan demasiadas circunstancias “fortuitas” en las que no me recreo y sin embargo sufro sus avatares. No sé ciertamente si vivo otros momentos o quizá la mezcla de sueños y olvidos, han reflejado mis mundos paralelos…atormentado por presuntas situaciones existentes, que al procurar investigar  los alrededores del hipocampo, la memoria circula en espiral y así a menudo sueño (O creo soñar que lo hago) vidas que es imposible que haya protagonizado.
Como ir conduciendo durante años al trabajo, cuando no tengo carnet,  ni auto, y tampoco tengo trabajo…entonces al salir a la calle no sé donde dejé aparcado el vehículo y es entonces cuando pienso y me pregunto si es real mi preocupación.
¿Será sueño, fantasía y realidad la misma corteza cerebral de la consciencia, inconsciencia y subconsciencia?
Amigo Celedonio, otras veces me río a carcajadas y dejo que el sueño me utilice, que me lleve consigo y pido humilde pero encarecidamente que no me haga volver jamás a ésta promiscua realidad tan absorbente…Pregunto sin respuestas, así convivo con las oscuridades de las calles de mis pensamientos, humedecidos por la tormenta del sábado.
Recalo en la nostalgia de la incertidumbre ¿error o temor? Y lo único que sé bien cierto es nuestro transitar, Celedonio, compañero de aquel pretérito tan vívido y fantástico…Aquel norte sureño abierto a los 4 vientos.
Bien, como te iba contando, anduve mucho tiempo sin identidad. Me olvidé de ser yo y creo que me largué… ¿A dónde? No tengo idea, no sé, oí hablar de existencias opuestas y me invadió el silencio, el miedo me atenazó y diría que no dormí ni soñé en días, claro que quizá en esos momentos ya no conseguiría saber nada de nada, qué vacíos visité y si la paranoia se vistió de lapsus ingrávidos…Busqué tierras menos hostiles donde depurar la piedra que llevaba en el alma…
Te escribo ahora mismo con la inocencia de un niño. Debes creerme, pues si tu no lo haces, nadie lo hará…es terrible observar como el pasado se muda en hojarasca otoñal y poco a poco ver que va desapareciendo, si tardas demasiado me habré disuelto, lo intuyo y cuando llegues a mí, seré como el horizonte que nunca puedes alcanzar…













sábado, 22 de septiembre de 2018

Ya no tienes edad para envejecer. (Septiembre 2018)


La ausencia de voluntad da pánico en el escenario por el que transitamos en esta vida.
Ya no tienes edad para envejecer.
Ansiedad y parada cardíaca, andan por las aceras del bulevard…Pero tú huyes por un callejón sin salida, al girar la esquina, balas y navajas, Vómito y sangre…la suerte del predestinado.
Llevas tu píldora mágica y roja en el bolsillo del chaleco, junto al reloj parado, de tu abuelo muerto en el paredón de la guerra civil española, y  tu reflexión cotidiana perpetuamente en el pensamiento, escondido bajo el sombrero clásico, de fieltro negro” stetson penn”.
Fluyen las enfermedades, las pastillas y las prohibiciones, como si te adentraras en un submundo marginal, para tomar conciencia de un cambio de hábitos y algunas lecciones de desahucio, soledad y mutación física y mental… ¿Dónde marcharon tus recuerdos…?Centenas de ojos te observan desde el tragaluz. Es el albor anímico. La quietud del alma aposentándose sobre su espacio primigenio…la calma y la paz de los elementos y el miedo a tener miedo. Manifiesto de un griterío que se apacigua, despacio y poco a poco…ritmo sensorial, testamento encadenado a un término de estación…La última parada de este viaje migratorio…














jueves, 13 de septiembre de 2018

La gran depresión americana… Gran crisis mundial…segunda gran guerra. (Septiembre 2018)


Tantas cosechas imprecisas, años 30, la gente está digiriendo, otros vomitando el crack bursátil del 29.  Campamentos improvisados, camiones destartalados, abuelos, padres e hijos huyendo por las carreteras de tierra, con sus maletas y su silencio migratorio. Sin dinero, sin trabajo, sin hogar, sin ilusión. Los desheredados, los sintierra, los desnortados, marchaban hacia una búsqueda vital. Familias enteras con cuatro cacerolas y un fuego calentando el alimento espiritual y la sopa de pan…  se vivía a base de leche en polvo, habichuelas secas, y patatas.
 Prende la hoguera en los corazones de los perdedores.
 Aquel sueño en que creían, en un lapsus, se convirtió en una cruel pesadilla. Una putada del destino, brutal paliza al interior humano, toda una generación desgarrada…hecha añicos.
Unos granjeros en el camino tiraban de un carro, repleto de ropas, medias pintarrajeadas  y otros cacharros…mientras,  para espantar a los espíritus de la miseria y la desidia, entonaban a coro una canción que hablaba de los tiempos que corrían por esos días:
“…Medio millón de botas arrastrándose por el infierno
Yo era el crío del tambor. Amigo, ¿puedes darme una moneda de diez centavos?...”
La gente perseguía un lugar donde asentarse, trabajo y dinero para sobrevivir…Hacían tremendas colas para recibir ayuda del gobierno.
Rebuscaban en las basuras, se crearon “refugios”, los hombres saltaban a los trenes y viajaban en busca de empleo. Con la desnutrición llegó la tuberculosis y los inmigrantes “peleaban” por la faena con la población nativa…
La discriminación fue espoleada por los grupos nacionalistas de derecha.
Recuerdo “Las uvas de la ira” que describe la dramática supervivencia de la época y “Danzad, danzad malditos”  que cuenta las maratones de baile, que se organizaron en la gran depresión. Concursaban, desesperados por ganar unos dólares para comer y dormir bajo techo…
Dorothea Lange “la fotógrafa del pueblo”,  Arthur Rothstein, Walker Evans y Gordon Parks  fueron algunos de los encargados de documentar con imágenes y vivencias este periodo de carencias y desequilibrio social…
Luego  llegaría el personaje del bigote, que para ganarse el pan, pintaba cuadros sin vida y a la sazón, explosionó La segunda gran guerra mundial…