sábado, 27 de abril de 2013

Corrígeme…si es llanto.



Ayer anduve por tu barrio, di patadas a las piedras y latas vacías de las callejuelas estrechitas, conocí la iglesia demolida por los “rojos” en la guerra civil española, vi críos sin escuelas, esnifando pegamento en bolsas, envueltas en papel de regalo. Por entre la arena y la hierba iban y venían, bicicletas “maquis” de colores tristes, sobre el polvo húmedo de la lluvia ácida del amanecer, abuelas enfermas de Chernobil rezando a vírgenes comunistas, vestidas de generales nacionalsocialistas alemanas…en este pueblo tuyo, visité las arterias de Vietnam, Corea, Irak, Afganistán… Crecían por doquier albañiles edificando muros…éstos separaban tu mundo del mío. Las flores sesgadas en  los áridos campos de internamiento, marchitaban mis recuerdos electrocutados por camisas de fuerza y fusilamientos de la razón, saludé al sol con la amputación de mi brazo ¿recuerdas las minas en el sembrado de alambre de espino? Sí, también lo crucé jugando al escondite Inglés…El cielo estaba ensangrentado, creo que habían degollado  las blancas nubes con formas de ovejitas…tan rojo estaba el territorio, que por un momento vislumbré el carmín de tus labios besando la aurora de los sentimientos, y el pétalo de rosa carmesí, aplastado, entre las páginas beige de “El corazón de las tinieblas”


Ah…el horror, el horror…

27 abril 2013

domingo, 21 de abril de 2013

EL REY SABIO

Hace tiempo, en la remota ciudad de Wirani, había un rey sabio y poderoso que regía a sus súbditos. Era temido por su poder y querido por su sabiduría. 

La ciudad tenía en la plaza principal un pozo de agua fresca y pura, de la cual bebían todos sus habitantes, incluyendo el rey y los cortesanos, ya que era el único pozo que tenían.

Una noche, mientras la ciudad dormía en paz, apareció una bruja y echó en el pozo siete gotas de una extraña pócima, y dijo: “A partir de ahora cualquiera que beba de esta agua se volverá loco”
Cuando llegó la mañana, todos los súbditos del rey, a excepción de éste y sus cortesanos, enloquecieron, tal como dijo la bruja.
Y durante ese día, lo mismo en las callejuelas que en los mercados y plazas, las gentes no paraban de hablar: “El rey está loco, el Gran Chambelán y él han perdido la razón. No debemos consentir que nos gobierne un rey loco. Debemos destronarlo.”
Esa noche, el rey ordenó que llenasen una gran copa de oro con agua del pozo, y cuando se la llevaron bebió una parte y dio el resto a su gran Chambelán para que lo bebiera.
Y al siguiente día, en la remota ciudad de Wirani, hubo gran regocijo en las gentes, pues el rey y el gran Chambelán habían recuperado la razón.

Gibrán Jalil Gibrán (Khalil Gibrán)

“El inmortal profeta del Líbano” Poeta árabe

-Obra extraida del libro “El loco” (1918)

sábado, 6 de abril de 2013

"...divaguemos ligeros, que nos lleve el viento…"



La lluvia crea una nebulosa en el tiempo…ya sale el tranvía y los hombres corren liándose con los paraguas, la chica descalza con la maleta de cartón llegará tarde, pero le da igual, ella disfruta del día salvaje, espíritus libres afloran en su camino, sombrero de paja con flores mojadas en el pelo, y un corto y ligero vestido de Mary Quant. Visitará la pequeña ciudad, verá la estatua violenta sobre mármol, resquebrajada por la munición de un niño-soldado, alguien da vueltas en una vespa de la segunda guerra mundial, mientras el capo gordinflón charla con el clérigo, sentados ambos, en la terraza del hotel restaurante “piadosa camorra”, toman un helado resplandeciente, apuntándote, con el cañón de su revólver en la frente…las calles las transitan chicos encapuchados y, un hombre con dos sombreros en la cabeza, saluda, a una anciana criolla, postrada en la silla de la opresión…al fondo, el gueto del barrio judío…corriente humana, razas, mestizaje, tribus urbanas, hálitos, uniformes, gorras, sonrisas y suspicacias…graffiti sangrante en los tabiques del pensamiento, jovencísimas mujeres “de la vida” deambulan por las aceras, los bancos no dan crédito y las postales ya no llegan a esta parte de la metrópoli…Estancos y tabernas, no busques librerías ni bibliotecas…aquí en la esquina encontrarás ganjah y coñac de caña, guarapo y otras hierbas. Han desembarcado los marines y arman bronca con los Hare Krishna, y los negros rastafaris, bailan sus danzas ancestrales de soca y calipso y los “cacerolas de acero” crean música con viejos barriles de petróleo. De una ventana de tronco colonial, acecha  mister voodoo…Cuelgan carteles despellejados de Malcolm X y Martin Luther King y “Alístate, lucha por tu país” y frases insurrectas del Black power…la existencia fluye casi siempre con gentes atribuladas, sin prisas, descoloridas y naufragadas, presenciando un partido de futbol en un pequeño televisor sin voz, sin color, agitados los matices del arrebato…un reverendo grita: “Jesús vive entre nosotros” y un visionario despotrica contra la multitud, dice algo sobre la torre de babel y el fenecimiento del mundo por las plagas del Apocalipsis. La policía carga contra los panteras negras, que defienden a los hermanos de la parroquia…esto es un collage viviente, y así, en cada jornada, hierve el puchero en el infierno de tantos suburbios, en esta tierra socialmente enfermiza…y nada puedes hacer, salvo, esperar tu ración de garbanzos…

01-abril -2013

lunes, 1 de abril de 2013

IMPRESIONES PICTÓRICAS...


A veces caminaba por la gran ciudad adquiriendo matices  que quise retratar, por pueblos de montaña o de mar. Claro que no residí en todos los lugares, no fui a las guerras de Vietnam o Irak, no pude fotografiar la hambruna en la India o  África negra ni la corrupción de los dirigentes en los países sureños aunque ésta se conozca en cualquier distrito. No  viví tornados ni huracanes en Centroamérica, inundaciones en china o Japón, no recorrí los éxodos de los sintecho, de los desheredados de la tierra ni  anduve por los campamentos de refugiados o los campos de concentración nazimás siempre se huele en el ambiente la hipocresía y la miseria interior de los que nos mal llamamos humanos civilizados.
A veces transitaba por territorios donde imperaban el caos y la mafia, la prostitución, la locura, gente perdida en el interior del mundo de la drogadicción, del alcoholismo y bajo los borrascosos allanamientos de la razón, familias maltratadas y maltratadores de lo ajeno, perturbadores de la naturaleza.
Las instantáneas que aquí cito no tratan de concienciar, sensibilizar, instruir o refrescar la memoria olvidada de un mundo superficial, frívolosin equipajeSimplemente diseño aquello que vi en su momento y tal vez si sirve de algo sea para perpetuar el paisaje del entorno, crear testimonio y algunas postales vacacionales con el fin de visionar en un futurono más.
                        

A veces pienso que el arte, tal como nosotros lo entendemos, no existe… tantos millones de dólares por una firma, una canción, un deporte, crea una aureola de mítico morbo…una deformación humana que destruye lo artesanal y convierte en negocio. También hay que madurar quién es el verdadero artista: el que construye la obra,  el que la promociona y  vende, o el que sabe apreciar su valor  más intrínseco.
A finales del siglo XX y principios del XXI han desaparecido aquellos que creían en el arte, los citados mecenas y concurre el denominado marketing…  cualquier obra es considerada por el valor material que puede generar y el que se quieran gastar en promoción - ahí está el gran mercado industrial, señores, Consuman-
A mediados del siglo XIX se creó la fotografía como instrumento pictórico, qué fácil era hacer un retrato en cualquier país, a la hora de luz que se pretendía y pintarlo en el hogar cuando uno dispusiera sin modelo ni  preocupación de tiempo…
Creo que el arte es todo… a veces nada.
A veces  miraba por el objetivo de la vida con  verdadero ímpetu social, me llamaban la atención esos seres cubiertos de cicatrices, marineros buscando problemas en el puerto, deambulando por el barrio chino de Barcelona al encuentro de sirenas “ femmes fatales”.Brazos tatuados y copas en el cuerpo…esas noches de neon, lluvias torrenciales y oscuridades fusionando en sus estrechitas calles adoquinadas, repletas de bares concurridos y personajes variopintos, a toda una inmensa gama de celebres modelos para mi ávida cámara, borrachos, prostitutas, pescadores, tullidos, hombres y mujeres marcados por la dureza y el clima.
Sin embargo el miedo a ser devorado y a que me “jodieran la máquina del tiempo”, me impidió hacer estas arriesgadas fotografías, así pues escogí temas como el paisaje, retrato, fotos de viaje, algún que otro desnudo y las piedras que encontré por el camino…
               K.B.C      -2005-