Quién que se precie de sensible y emotivo, no se ha parado alguna vez
en la avenida adolescencia, o sentado en el banco de la plaza de la
infancia...pienso que absolutamente todos buscamos nuestra identidad, en
un abrazo al pasado y un paseo por el recuerdo, que aun permanece en el
mismo rincón de ayer, habitado siempre en la memoria… Kim Bertran Canut.
"Con semejantes libros, Miquel comenzó a preguntarse el significado
del bien y del mal, sobre todo con dos de ellos: El árbol de la ciencia,
de Baroja y Crimen y castigo de Dostoyevski. Éste último tan miserable y
hermoso a la vez…cómo conseguía el autor resucitar a los muertos, sacar
de la miseria las riquezas del alma humana. Qué difícil tenía que ser
meterse uno dentro de sí, para poder describir con simples palabras
inventadas por el hombre, unos sentimientos y sensaciones
venidos del más allá. Debieron ser seres fantásticos, locos quizás,
inadaptados, extravagantes, introvertidos…pero que lograron imprimir sus
inquietudes y tejieron unas alas para que nuestra imaginación volara
lejos de vez en cuando y construyeron unas muletas para que de tanto en
tanto, bajáramos, viéramos y sintiéramos la cojera de la realidad".
-Extraido de la novela "Imaginación Atrapada" de Kim Bertran Canut.
Llevaba varios días muerto, mi cuerpo olía a putrefacción, siempre
había tenido buen olfato, un don que me enorgullecía…Al presente solo
alcanzaba a mirar las vigas del techo, de madera color “embero”, al
próximo inquilino correspondería subsanar la pintura, que había saltado
al rozar la cuerda de mi ahogo. Ja, ja, ja, había concebido la idea el
mes pasado, en navidades, me dije: este año mi vida tiene que cambiar…
Kim Bertran Canut.
Pintura: "La muerte de Thomas Chatterton", 1856 por Henry Wallis.(1830
-1916) fue un pintor prerrafaelista, un escritor y un coleccionista de
arte británico.