miércoles, 7 de diciembre de 2011

Humos y misericordia…

Nebulosas estatuas mitológicas que,  se juzgan,  pintadas en el aire. Góndolas a contraluz, capiteles, juncos y caña, fanales de aceite…música de la Francia de finales de los cincuenta, en la Italia de los sesenta, donde nos hallamos presentes, los cielos, cenicientas tonalidades, unidos con los rojos pasión que abaten en el mar, acariciando, la plata de sus aguas…la ciudad duerme, cada cual en su mundo, escribiendo el libro de sus vidas…miras por la ventana y ves como caen las primeras gotas de lluvia, abajo, cruzando el puente, divisas los paraguas de las gentes…como en un desfile, en la pasarela de sus vivezas, corren a resguardarse. En la plaza una niña con impermeable y gorro da de comer a las palomas. Los pescadores recogen redes y velas, y acercan las barcas al astillero, fuman sus pipas humeantes de Ámsterdam y hunden memorias en el mar. Rondan las ruinas portuarias, chavolas de amigos y conocidos indigentes que han prendido con maderas y cartones, fuego, a las tinas y  cubos de chapa,  para calentar los huesos y el alma y cocinar  los atunes que cada amanecida, los marineros, les traen para alimento…se sientan, juntos, como cuando eran niños en la escuela…donde aprendían a soñar…unos tuvieron más suerte, a otros las adversidades les enfermaron, sin embargo no han perdido el valor del afecto y de la solidaridad y hoy, mientras comen con hambre, el pescado, sacan una bota de vino y todos cuentan fábulas, ríen y beben, olvidando, por unos momentos la dureza de la existencia…los autos comienzan a rodar a esas horas y de las chimeneas de las  fábricas, el humo, fluye, contaminando el ambiente…no nacen flores en las aceras, no, solo asfalto y restos de ruedas chamuscadas. Los  adoquines resquebrajados, forman charcos que los muchachos camino del instituto,  pisan con regocijo, sin conocer lo que un día pretenderán  olvidar.
                                      -25 septiembre 2011-

13 comentarios:

  1. Entrañable este lugar junto al fuego aunque sea entre cartones para contar historias y revivir recuerdos.
    Todo está dentro de nosotros, Kim, y un lugar donde el fuego nos mira, aunque sea al lado del asfalto, también puede hacernos felices en un momento dado.
    El Universo nos habita.
    Cómo me alegra que vuelvas a publicar.

    ResponderEliminar
  2. gracias miles querido y admirado poeta por regalarnos la sublime belleza de tus letras, besinos de esta amiga admiradora.

    ResponderEliminar
  3. Un relato muy bien narrado, con mucha fluidez y un envidiable léxico y que nos habla de la solidaridad y de que la felicidad sólo se puede forjar en compañía de otros humanos, incluso cuando las condiciones sean de miseria económica, que no moral.

    Me congratula tu regreso. Besos y muy feliz fin de semana.

    ResponderEliminar
  4. He querido ver en tu magnífico texto, el cuadro de Ámsterdam, la segunda Venecia.
    Te felicito por tu capacidad de descripción, Kim, pintas con acertadas pinceladas un paisaje exterior que acaba siendo interior ¿las galerías del alma machadianas?

    Un beso, amigo, sin humos, misericorde de vida.

    ResponderEliminar
  5. Yo no puedo juzgar un texto porque no entiendo mucho de literatura...lo que sí sé es que tu forma de escribir a mi me parece sublima...
    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Sublime, maravillosa...eso quería decir.

    ResponderEliminar
  7. Tecla: Ahuyentando el frío con llamas y vino…hay gente que ha transitado por el corazón de las tinieblas, gentes que han sufrido el crimen y castigo…y han sentido más de cien años de soledad…Abrazos amigos.

    ResponderEliminar
  8. OZNA-OZNA: Me atina pensar en tu halago y sin falsa sinceridad, me seduce… más debo premiar el noble empeño de intentar no caer en trampas mundanas y ante todo ser simple y humano…en lo posible y en la justa medida a que puedo aspirar…Abrazos honestos.

    ResponderEliminar
  9. Mayte_DALIANEGRA: Exacto amiga, solidaridad, una palabra equivalente a ilusión, a esperanza…nos hace tanta falta a todos en, esta soledad primigenia, que soportamos a partir del nacimiento. Ya sabes “la etiqueta de la vida” ahora a esperar en el puerto nuestro alimento espiritual…Un fuerte estrujón.

    ResponderEliminar
  10. Marisa: Desde luego mi pincel solo puede pintar los suburbios almáticos, ellos, los refugiados sinhogar, están tan faltos de afecto y a menudo de cordura…sienten el frío gélido de sus tragedias, el vacío “aislamiento incomunicado” de la sinrazón y el desprecio de los demás orates…Sigamos abrazándonos en esta fría noche.

    ResponderEliminar
  11. Marián: Claro que puedes juzgar y de hecho ya lo haces…eres humilde en esencia y esto te honra en lo más profundo de la calidad de espíritu, condición humana en vías de extinción…Marchemos por los angostillos portuarios y conozcamos, la realidad, del que no esconde sus migajas entre miserias ajenas…Con cariño.

    ResponderEliminar
  12. Pisamos charcos y dejamos los paraguas en un rincón del olvido, cuando de soslayo miramos cartones cubiertos de indiferencia.
    Besos, Kim.

    ResponderEliminar
  13. LA ZARZAMORA: No bastan las palabras, deberíamos actuar con mayor contundencia, puesto que hay medios para que nadie pase hambre en el mundo...Lástima que el planeta lo hayan comprado solo unos cuantos...Besitos.

    ResponderEliminar