Cambio un poco de tu calor sureño, por helados y bolas de nieve... Necesitamos más Zumos de silencio…cuánta incertidumbre, verdad? la vida es una ilógica búsqueda de identidades que perecen en el transcurso del camino...A menudo esencial es este mundo hambriento de luces y rico en oscuridades… bálsamo, recogimiento, meditación, paz, serenidad…palabras notables en desuso. Hay veces que encuentro a la suerte jugando con ausencia en el patio de luces. Todavía la sal de tu playa en mi piel...como ola regreso, siempre estoy contigo y mestizo tu andar con mi cruzar, comparto tus momentos en esta tierra que ambos pisamos...así que unidos caminaremos, y mojados por la lluvia nos leeremos bajo refugio, de nuestras propias cornisas existenciales... Sentado en el sofá fuma en su pipa, tabaco que adquirió en el último viaje a Ámsterdam…envuelto en su batín, zapatillas de abrigo…lee el periódico… extraña metamorfosis adquiere la memoria, que traslada sus recuerdos al hemisferio izquierdo de nuestro cerebro y allí se ausenta para reposar y a veces, huir hacia algún subterfugio del que nadie moleste su peregrinar en el tiempo. Pienso que no nos vendría mal convivir con uno mismo durante un tiempo, en un lugar solitario y dejar a tu sombra en casa...a oscuras...o mueres o renaces...la sensibilidad es buena, más no abuses en su composición. Por lo general los cambios suelen venir detrás de una guerra o una desolada depresión gris, para llenar la tristeza con colores o llamar a la reflexión del pueblo mediante el arte (Catarsis)... no consigo escuchar tu balada desgarrada. A veces mis pasos me mandan andar, sin mirar hacia atrás, por la autopista de la vida haciendo dedo al futuro, y las lluvias, me sonríen soplando vientos de libertad...El tiempo llega, sí, viene y se esfuma... Vivimos los recuerdos...el pasado manda en nuestras supervivencias, la imaginación nos nace para sobrellevar la balanza de la ilusión...a veces pesa, otras aflora con verdadero ímpetu y sensibilidad... Señálame miradas que habiten en tus interiores y contiguos, proclamemos a los vientos nuestras quejas...acaso así soliviantemos penas e injusticias y podamos germinar satisfactoriamente, o inclusive existir en todas las ramificaciones razonables…tu ventana unida a mi horizonte. Quizá nos crucemos por autopistas con la mochila a hombros, intercambiaremos vocablos en las silenciosas noches de brillos apagados… receptores pacientes de abrazos mestizos. Amores platónicos...almas penando siempre errantes, como navegante sin cardinales ni astros para seguir rumbos...Ah, silencio, qué quietud... los regueros de pólvora que vas prendiendo a raíz del caminar diario...deberíamos llevar siempre un bloc de notas, para apuntar lo cotidiano, lo real… pero nos ocupamos tan poco de nuestras sensaciones, que en estos tiempos (ráfagas de prontitudes) se nos escapan tantos misterios por paladear…esperaremos una nueva vida. Pienso cada vez más cercanamente el criterio de que los dos mundos (inclusive alguno más) viven mestizos entre realidad y fantasía… pellizcos de realidad… A menudo nos hallamos tan anclados en el tiempo real, que nos olvidamos de existir, y que en nuestro interior hay vida...y en ella, la infancia es vital...y la madurez no deja de ser un paso en falso hacia ayer y en el recuerdo... si me das un beso, te dejo mi globo azul... existen recuerdos que no sabemos si son nuestros o prestados...Abril 2010


