viernes, 22 de noviembre de 2019

Fotografía callejera…y literaria… (Octubre 2019)


La fotografía que llamamos “de calle”, es algo mucho más profundo que darle a un botoncito metálico y escuchar un “click” hermético…

La fotografía callejera, imprime unos límites y agita conciencias. Es importante conocer y saber tratar a las personas, que de repente se sienten invadidas en su libre andadura por las calles de la ciudad.
La psicología, la filosofía y la empatía, nos ayudarán a tratar posibles discrepancias o malos entendidos, ya que previa o posteriormente deberemos pedir permiso a la gente que enfocamos. Esto actualmente con la cámara digital, se puede hacer ya que nos facilita el borrado si el “cliente” nos lo exige…y el cliente siempre tiene razón.
A veces podemos hacer tomas de espaldas o fotografiar multitudes en manifestaciones o celebraciones públicas que quizá no hará falta pedir autorización…Habrá que ir conociendo los momentos. Asimismo subsiste un asomo de “noble picaresca” en ello... La cámara, la gente y tú seréis cómplices en cada una de las instantáneas creadas.
Es todo un mundo visual y sensorial, caminar buscando presas que perpetuar, disparando a diestro y siniestro…Luego hay que conversar, exponer lo que concibes, si lo vas a publicar y ellos deben quedarse satisfechos con tus mensajes…
Retratar la calle, representa sociabilizar con el hábitat, formar una pieza del decorado y como todo acto en esta vida, acaecerán intervalos de ilusión, simpatía y sensatez y luego soplos desagradables que has de tantear y paliar con el dialogo…
A veces me he encontrado con ciertas personas que ellos mismos, me han pedido que les hiciera unas fotos y se las he enviado por Facebook, otras se han podido enojar y tras las explicaciones hemos acabado hablando un buen rato y dándonos las manos. Otras me han pedido que las borrase y aunque duele hay que hacerlo…
La fotografía nos plagia un estremecimiento indagador de, invocación al repaso, de lo que nombramos “vida”, la nuestra y la de nuestro alrededor, así vivimos el pasado en imágenes quietas, pero reveladoras de un tiempo y su sustancial entorno…
…encuentras material fotográfico en cualquier rostro, en cualquier calle o paisaje de esta tierra hiriente y convulsa…miradas, gestos y acciones sociales…todo continúa aquí, el tiempo es simplemente eso: una cámara oscura donde atrapar y enquistar el momento esencial, visto desde el alma y el sentir del objetivo…





















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