Escribía
su filosofía y experiencia cosmopolita, con letra antiqua y redondeada, sobre
pergamino natural, con pluma de ave y tinta de nuez. Buhoviejo vive en la
calle, en pleno 2017, como estilita del siglo V, sobre pilares de columnas
existenciales, quizá no tan radical en su verticalidad, él caminaba por la
ciudad llana, huía del sistema impuesto en la sociedad de consumo. Sin
política, sin religión…nihilista positivista. Conversaba lo justo y necesario.
Pedía con orgullo constitucional, derechos para compartir con los menesterosos,
esos seres, compañeros de infortunio que los gobiernos intentaban velar, para
no desgarrar el teatro urbano…Nadie conocía el pasado de Buhoviejo, así que
siguiendo a la naturaleza humana, las gentes maliciosas concebían barbaries de
todos los matices, sin argumentos…solo profecías creadas por la desidia y el
hastío de mentes cautivas, constituidas
por gobernantes dictatoriales, sin escrúpulos. Buhoviejo no comprendía el
patrimonio de algunas clases religiosas. No lograba asimilar que se dejaran
agonizar a países enteros. Las corrupciones políticas y sociales, la educación
de las escuelas que enseñaban a rivalizar y no a compartir los sueños. Las
violencias del día a día y las de las guerras…sollozaba con aflicción en las
noches frías y repartía lágrimas, mantas
y algo de comer…Una jornada, Buhoviejo
desapareció y como nadie conocía su historia, las gentes maliciosas se inventaron
calumnias sin tintes de veracidad…y es que cómo decía Pío Baroja: “El mundo es
ansí”…
"El mundo es ansi...", pero de vez en cuando renace la Esperanza, sentimiento que hoy tenemos millones en mi país después de las presidenciales de ayer.
ResponderEliminarUn abrazo grande desde Argentina
REM
Claro REM, ya sabemos que la esperanza es lo último que se pierde...Mis deseos de recuperación y libertad...Un fuerte abrazo desde Barcelona...
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