sábado, 13 de febrero de 2010

INFANCIA de éter y oro


Lapiceros, tizas y gomas de nata…el olor a plástico de Pancho Villa y Jerónimo…la madera de los fuertes con soldaditos de plomo, aros y canicas… Ansia por aquel gatito, pez, pájaro, perrito, tortuga…
Tebeos cambiados el fin de semana en el quiosco de la esquina del barrio…recuerdos felices de infancias desgraciadas, qué enigma encierra que habiéndola vivido, la olvidamos y lo único que persiste es la nostalgia de no conseguir fusionar el hoy con el ayer.
Perdiendo la infancia y rindiéndonos al desespero del tiempo…Hemos conquistado la vejez con humana cobardía…no voy a borrar los grafittis que Anaïs pinta en esta negra silla…trazos cortos, frescos ¿dulces? La niña necesidad de expresión araña sin que el adulto entienda
y…¡reprimenda!...encerrado por contemplar unos segundos la verdad, siempre a la misma hora libertad pasea por su celda.
La foto del caballito de cartón y el primer pantalón largo. Dar comida a los patos del lago y en la plaza a las marginadas palomas.
Nada frunce el ceño con el pesar de no entender, quizá ya haya muerto el silencio…ya nadie llamará a su puerta, ha rozado el ayer sin devolver un adiós…el ojo triste fija la mirada buceando recónditas lógicas, nada, es sensual…dooonnnggg, dooonnnggg, dooonnnggg…campanadas de la nada, nada espiritual, nada es llanura, jungla, abrupta, lunática, volcánica…mitología…si es preciso morirá para que vivas tu oportunidad…los ratones duermen y alguien escupe pasados sin apagar luces…nada es alma, pureza, música de lluvias, nada, ese olor peculiar tan especial de los recuerdos de la etapa más significativa e importante de nuestras vidas hacinadas en la lejanía de la niñez, hemisferio izquierdo, subconsciente y olvidado…regresión quiere hablar pero se entretiene en agregar las grietas del llanto, que se ha mudado sin equipaje, sin un mal traje…el reloj de la torre marca el deterioro y alguna ausencia…dooonnnggg, dooonnnggg, dooonnnggg…paralelo, se asemeja al omnipotente sueño dulce y a menudo inusual comportamiento inteligible de las ciencias postradas a un próximo encuentro de tierra, agua, atmósfera…nada se encontraba como tantas otras veces pensando en el bordillo de la infinitud, sombreada por nubes de humo perlado y ligada al intenso olor a ceniza agridulce de la fábrica de café…el sol de invierno teje su aliento sobre la autopista de cinco carriles desérticos, silenciosos, inútiles en la ensoñación más surrealista.
Cuando el aire cesa de ventear los cánticos de las sirenas del asfalto y la soledad bromea con las ascuas de brasas perplejas en un vuelo seguro, estirando las alas con fuerza naturaleza y tenacidad animal…el espacio en su lugar…nada por aquí, nada por allá, bajo el sombrero… ¡Alehop!, un conejito.

                                                                       2002

14 comentarios:

  1. Nanny Ogg dijo...
    La infancia es ese maravilloso lugar en el que nos gusta refugiarnos... aunque la mayoría de las veces apenas recordemos dos o tres episodios aislados de ella. El resto, más que recuerdos, son sensaciones: olores, sonidos, colores...
    Besos

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  2. Cierto Nanny...es curioso lo poco que recordamos de la infancia y sin embargo cuanto mayor me hago, más imágenes me tocan de la primera etapa de la vida...quizá llegan a través de mi hija y su reflejo en mi. Gracias por estar aquí...Besitos y dulces para ti.

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  3. Fusionae el ayer con el hoy, es contar la vida tal cual ha acontecido.
    No siempre es asi, siempre he tenido muy presente mi infancia, quizá mi adolescencia es la haya caido más en el olvido.
    Un abrazo, buen fin de semana!

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  4. me gusta, mucho.
    realmente capta las sensaciones de esa edad

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  5. Nuestra infancia es nuestra patria Kim.
    Ella nos acompaña siempre.
    La felicidad es una promesa de vida, y cuanta más promesa más felicidad.
    Por eso casi todas las infancias se recuerdan felices. Porque teníamos toda la vida por delante. Y todos los sabores y todos los olores, se nos aparecen gloriosos. Cuando lo más probable es que por aquel entonces,oliéramos fatal.
    Gracias Kim.

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  6. Eurice: Piénsalo bien, repasa tu infancia...realmente te acuerdas minuciosamente de esos minutos, días, semanas, años…o simplemente de los momentos más significativos…a veces recordamos más por lo que nos cuenta la familia que por nosotros mismos…así tenemos vivencias que igual las soñamos y no sucedieron en la realidad…ahí, entramos en el mundo del subconsciente mestizando con el onírico…Mis Abrazos son reales pero virtuales...

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  7. Victoria: Bien, algunos somos más "longevos" y nos concentramos en recordar esa etapa. Una persona joven no siente esta necesidad tan apremiante, pues es relativamente reciente su paso por ella...Abrazos cálidos en esta mañana gélida de Barcelona

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  8. tecla: Por ello siempre digo "recuerdos felices de infancias desgraciadas" puesto que aunque hayamos pasado penalidades,las juzgamos radiantes. O nos las escondían o a esa edad no se tiene conciencia de ellas...Quizá con el pasar del tiempo, las realidades se vayan desvaneciendo en la niebla como luz de gas... Habrá que practicar la regresión...Abrazos de niños y si quieres jugamos a la pelota...

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  9. Lo mejor de los niños es que no tienen pasado.
    Y de los disparates de mi niñez, lo que me da más pena no es el haberlos hecho, sino el no poder volver a cometerlos.

    Cuando era pequeño, tendría unos seis años, pintaba en las sillas, pero un día hice todo tipo de ralladuras en los respaldos de madera de las sillas del comedor. Al leer lo que dices de que la niña araña sin que el adulto lo entienda me he acordado. Yo creo que no lo entendieron porque me pegaron un paliza jajaja

    Res de nou a l'oest, demá ja ho veurem.
    No et dormis jajaja

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  10. Fandestéphane: Creo que no lo entendieron jajja...ojala se pudiera regresar y revivir cada cual su película particular...no se si existirán tantas salas de proyección...
    Ostras, demà es massa aviat..."Provaré" a no adormir-me...fins a la tarda

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  11. Yo personalmente me alegro de no poder recordar todo en mi infancia. No es bueno ni sano tener todo presente cuando no ha sido todo lo idílico que uno piensa que debe ser la infancia.

    Aún así tengo recuerdos bonitos, como tú dices, trocitos de imágenes, siendo yo muy niña y pintándole a mi madre las uñas de rojo, me encantaba verle las uñas pintadas... :)

    Besito

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  12. Mariola: Suele haber recuerdos que quedan impresos en la memoria. Imagino que en su día nos impactaron de una manera distinta y ahora, más tarde nos llegan "muy especiales y entrañables" al pensamiento...
    Abrazos infantiles

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  13. No sé hasta que punto sería recomendable rememorar la infancia. Quiero pensar que el ayer solo importa en tanto te ha hecho convertirte en hoy. Y perderse por los laberintos de la memoria no suele traer buenas consecuencias.

    Bien es verdad que también creo que todos tenemos recuerdos de alguna que otra anécdota que roza nuestra consciencia como un breve rayo de sol.

    Supongo que está bien recordar alguna que otra cosa, siempre y cuando no sueltes las riendas del presente.

    Un saludo :)

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  14. Oscura: Piensa que el ser humano administra la memoria a base del pasado (no hay otra forma) así que quizá sí es importante el recuerdo de lo acontecido anteriormente...siempre sin caer en obsesiones, lógicamente...Abrazos ocurridos

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