sábado, 14 de abril de 2018

Evocaciones y subsuelos agridulces… (Abril 2018)

Duele rememorar las infancias, sin poder dar pasos atrás, hacia los recovecos de aquellos pensamientos vírgenes sobre vidas que creíamos conocer, ¿cómo nos educaron, qué aprendimos de la escuela, de los libros de texto…? “La letra con sangre entra”, los niños no lloran…rosas y azules. ¿Qué nos hicieron?  Nos proveyeron de lágrimas hirientes, brunos vacíos sin esclarecimientos, eternas penumbras bajo el lecho. Nos engañaron con oropeles inexistentes que fanatizábamos en nuestras ilusiones de principiantes. Suavemente respirábamos los abrazos afectuosos y sentíamos emociones en verano y en invierno, en primavera y otoño… ¿por qué la mentira vivencial? nada era como nos dijeron, como nos explicaron…nosotros confiamos en vosotros: adultos, referentes mayores, familia, profesores. Autores de esos primeros años. Digerimos mal las Religiones, represión, miedo e idealismos, historias, siempre de hermosos finales hasta que llegó el conocimiento y todo, de repente, todo cambió de aspecto, de tonalidad… El hombre del saco y el cuarto de los ratones. Pasteles de colores, cucos y lavativas.

Melancolía, nostálgia, tristeza, entran las notas musicales en el alma, igual que una bala, de una batalla perdida en el pasado y los olores de chiquillo a juguetes de plástico, libros de fábulas, a las casas de amigos… a mi pueblo. Añoranza que hoy siento al entrar en librerías y ciertos lugares que frecuenté en aquella etapa tan mágica. El mago de nuestras infancias recurrió a trucos para hipnotizar parte de las remembranzas y hacerlas desaparecer con un toque de su varita…desde entonces los   recuerdos atrapados, vagan, en una mente que ya no escucha el mañana…nubes de algodón toman formas animadas, grotescas. La niña inocencia, de ojos verdes y cabello castaño claro. Hoy miro sus deslucidas  fotografías en blanco y negro. Oigo rhitmandblues y me duelen los huesos ya desgastados por el tiempo…Se acerca ayer, con pasos agigantados y aquí permanezco esperando con nerviosismo, con ansia que llegue y me lleve al país donde, ya no querré volver…La próxima vez, elegiré yo, el mundo donde nacer, si es que me apetece germinar de nuevo…







2 comentarios:

  1. Coincido en gran parte con lo que dices, pero rescato la magia, la inocencia y la felicidad de esa etapa única que es la niñez.... después vino la vida que mal o bien transito como puedo (igual que la mayoría). Pero te confieso que mas de una vez regreso a ese lugar maravilloso que guardo en mi corazón y créeme siempre con una sonrisa.

    Abrazos amigo mío.

    REM

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  2. Claro que si, REM, tienes toda la razón más muchas vidas han sido engaño de sueños y quimeras, y "palos" de aquella primera etapa que marcaron con sangre, futuros complejos y patologías...Mi abrazo a tu sur.

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