Los escasos conocidos que hizo en vida, se dilapidaron por el errar de sus pasos…sí, porque el anciano desde una inmensa colina, miró el mundo y sus continentes, y jamás encontró paisaje que le compensara,…nadie le dio suficiente confianza y todos se comportaron como fieras…raza animal, ambiciosa y lucrada en sí misma…El anciano sin apodo, sin políticas ni religiones… conoció las artesanías mediante dictadores que explotaron su integridad como individuo y tiranizaron su jornal a costa de azotes físicos y psíquicos, llagas siempre beneficiosas para el patrón. En la ciudad manifestó su disgusto con los encargados de la ley, el orden y la justicia y fue preso por la civilización, que le encarceló, consumió y materializó como a un “extraño ser, agresivo y salvaje”. Expulsado, se retiró al bosque lejano y allí en la Naturaleza , alivió su deshielo, arrancó las cadenas del sometimiento y cultivó su alimento en libertad.
miércoles, 4 de abril de 2018
El Misántropo (Diciembre 2007)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario