Hace muchos
siglos que este viaje fue engendrado. Concebido por una desazón interior que mi
memoria había procurado retener como uno más de esos filamentos venéreos que
guardamos inanimados en la zona de la tripa del subconsciente. En aquel momento
lo presentía demasiado fantasioso, pero, sabes?... no duelen los imposibles
cuando los llevas a término y las ciudades con sus muros infranqueables, sus
asustadas paredes olvidadas de metralla, los niños derritiéndose sobre el
ardiente asfalto de calles barnizadas de alquitrán y jardines inyectados de
hipodérmicos venenos... aún soplan cuatro gotas de viento del aguacero de
anoche... Te digo que es delirante comprobar que la nada te afecta. Para qué
esperar más medias horas, sin llaves, en el descansillo del portal ausente,
mientras otra lágrima entrelazada salpica los adentros, cristalizándose
misteriosamente... aislamiento. He conocido supuestamente la amalgama del
precio por morar en la tierra de un "creador vengativo y sin escrúpulos"...
indefinido entre paréntesis. ¿Vegetar y morir?, ¡no!, no, amigo acomodado y
conformista, prefiero como decía Zapata (y se atribuye al "Che")
morir de pie que vivir arrodillado. No hay nada más contundente que el filo de
una navaja amolada en arenisca pupila, para autoconvencerte.

En bus o a
dedo, da igual, las prisas se han detenido. Te escribo desde un anguloso paraje
con el sol a punto de largarse por las montañas, dejando luminosidades colgando
de los árboles. Sentado en cristal de roca, bajo una cornisa de nidos,
abandonada con la inmensidad por delante... a los cuatro vientos... releo una
página de Cumbres borrascosas mientras Melville es tragado por una ballena
blanca.


Intentando
dar un significado a la espiral del op art (arte óptico y abstractista), me
pregunto si ha nacido el arte, tal vez Marcel Duchamp o Rrose Sélavy (su alter
ego femenino, traducido, la vida es Eros) tras pincelar todos los movimientos
de la época y crear el arte "ya hecho" o "disponible"
(Ready-mades) y definiéndose como "pobre artista", se decidiera por
el ajedrez porque obtuvo respuesta o por su condición de inquieto innovador
individualista... no más pues, así se queda.

Tropiezo en
la ruta con las fotografías del holandés Ed Van Der Elsken, con sus rostros
masacrados, acordeonistas ciegos, charlo con los vagabundos que duermen
tendidos en los suelos junto a la "seine grise" y me he introducido
en los ambientes jazzísticos de la generación apaleada que no llegué a vivir.
Ed fue divulgador de un tiempo en blanco y negro exteriorizando el interior de
la humanidad que se vislumbra en movimiento, fuerza y obsesión por conseguirlo.
Desgarrada y arrebatadoramente lo logra con la fascinación por la vida y sus
moradores... cosmología gozosa, camino astral...
He conocido
a un joven sacerdote que colgó los hábitos... "la verdad es, lo que
es" -San Agustín-. El camino es una sabia escuela y el banquero que vive
en una casa rodante me cuenta la misantropía de Luis II de Babiera, llamado el
rey loco por ser asocial y ahogar entre sus extravagancias a su psiquiatra...
quién somos para juzgar, quizá le estuviera haciendo chantaje emocional o le
pidiera un favor, por aquella época no sé como tenían lo de la eutanasia... en
fin, no quiero disgustar a los que creen que sufrir es un bien divino...
escepticismo, no?
El otro día
compartí alimento con niños jornaleros y madres prostitutas adolescentes,
reinas africanas, muñecas clonadas con la mirada perdida y respuestas
autómatas. No pude dejar de acordarme de las trescientas instantáneas de los
éxodos de Salgado, con el magistral propósito de concienciar a los más
favorecidos y afortunados en el semillero del azar con un producto que da fe,
desnudando el aura de la supervivencia, denunciando un mundo mal construido,
encarnizado y corrupto, enmarcándonos con los horrores de otras vidas que deben
huir para sobrevivir. Son los sin tierra, los emigrantes ilegales, los
desplazados. Salgado se pone en peligro para enseñarnos los campos de
refugiados, los niños tristes que han perdido el núcleo de la familia. Agonías
y dramas de las razas del Tercer Mundo... ver para creer.
Esopo, un
tratante de arte, me habló del dadaísmo y el surrealismo de Max Ernst, de las
confesiones de un rebelde de Sergej Aleksandrovic Esenin, me enseñó láminas de
la etapa más espiritual de Kandinsky y de los exponentes del pop art (arte
popular), Warhol y Lichtenstein.

Andrómeda,
era una gitana de Baracaldo poseedora de una potente voz rota. Viajaba
uniéndose a bandas y orquestas haciendo bolos, imitaba asombrosamente bien a
Aretha Franklin y Janis Joplin entre otras, pero nunca duró mucho tiempo en un
grupo, quería volar como un espíritu libre y así andaba haciendo
"botellas". Amigo, te diré que respiro mejor, fuera las obsesiones,
que si la bolsa baja, la empresa quiebra... trabajo precario. La gente en la
carretera es nómada, si no se llega a conocer demasiado, siempre queda el lado
autentico del principio. El buscatesoros me dice: tienes que ahorrar para el
futuro. Yo le respondo: toma... quédate tú el dinero y el futuro y dame a mí la
libertad... sólo eso. Me levanté con la picadura del insecto. Mi pequeño
compañero de cuatro patas me mira, creo que llora bajo la oscura brillantez del
reflejo lunar. Gira la tierra y es difícil no caer en los abismos más
primitivos. Sobre un fondo fauvista, Zappa y Stravinski dirigen una orquesta de
erupciones volcánicas para desahogo de un agreste y salvaje valle de pasiones.
Hablo con mi fiel compañero sin haberle puesto nombre, él no está marcado por
los designios de otras mentes que gobiernan las nuestras... somos soldados de
alguna mente extraña... o conocida por todos los temores de la sumisión. Huelo
la fresca lluvia, la tierra mojada, los truenos, los relámpagos, aquel nubarrón
que apunta con su cañón y dispara a bocajarro... esto es dios, joder sí.

Las
generaciones son como los autobuses que pasan, en cada parada baja una década
insatisfecha. Bueno, voy escribiendo mi novela con las mismas palabras
inventadas ya... no sé, quizá la destruya antes de que la leas para no
inmiscuirme en tus telares cerebrales y perderte como amigo. Esto queda así. Da
recuerdos y envíame señales de que siguen llegando olas a la playa,
Que esta
perra vida sólo me ha enseñado a ladrar... y a esconder el rabo...
OCTUBRE DE
2001
No hay comentarios:
Publicar un comentario